Un almuerzo bañado por el sofocante calor del verano fue el punto de partida de un proyecto que, no mucho tiempo después y en el momento más efervescente de la pandemia, decidió ver la luz. No lo hizo de cualquier manera. Su carta de presentación fue un manifiesto de la necesidad –y responsabilidad– de hacer de este planeta un lugar mejor en el que naturaleza y sociedad puedan convivir sin miedo a destruirse la una a la otra. Así comienza Honèstica, la tienda de venta online de productos sostenibles, sello de calidad español y talento femenino.
Sólo hace falta escuchar un poco más allá de nuestra zona de confort para atender a la llamada de auxilio de la tierra. Y los tres socios fundadores de Honèstica, Cristina Arias, Alicia Arranz y Alberto Pinteño contestaron al S.O.S emitido por el planeta con una respuesta firme: el cambio empieza en uno mismo. Juntos lanzaron este proyecto de objetivo social en la primavera de 2020, casi un año antes de que entre tapas y tragos se pusiera sobre la mesa la intención de trabajar en algo juntos.
Nace así Honèstica al grito de ‘Para cambiar el mundo, empieza por ti’ claim de la marca que llegó con la fuerza y concienciación suficientes como para no poder de navegar por su web, sabiendo, claro, que un granito de arena puede llegar a levantar montañas. Arias lo explica de la siguiente manera: «Está claro que el planeta no se sanará en los próximos años, pero si no hacemos nada ahora por cambiar nuestra relación con él, en un futuro próximo ya no lo reconoceremos. Ningún científico puede decir cuándo será demasiado tarde para salvarlo, pero sí han pronosticado grandes desastres naturales si no se toman medidas. Y el problema está en la falta de empatía, en la nula preocupación por los problemas que nos suenan de lejos».
No parece que esté todo perdido. Al menos, Arias lo cree así y señala la encomiable resiliencia del planeta para salir adelante. Una prueba de ello fue la recuperación que la fauna y flora hizo de las ciudades cuando las personas tuvieron que permanecer en los hogares durante los meses más duros de confinamiento pandémico. Y si a eso se le añade la disminución drástica de todo tipo de contaminantes, puede que la mejora de la salud de la naturaleza deje de ser una quimera para ser una realidad.
Y una de las formas de ayuda que ofrece Honèstica es contribuyendo en la visibilidad de las materias primeras sostenibles y ecológicas a través de productos, sobre todo, de cosmética de uso diario. Este e-commerce multimarca también da voz a otros sectores, no sólo el relativo a al industria de la belleza, y tiene como nexo la apuesta por el producto de cercanía y el comercio pequeño y nacional para hacer de la necesidad de compra un gesto sostenible. Si hay que comprar, al menos que sea de manera responsable. «Queremos contribuir a favorecer la consolidación de unas redes de consumo que reviertan en mayor visibilidad y ganancias para los pequeños productores y artesanos que se ubican en nuestra geografía. Somos extremadamente cuidadosos en la selección de marcas que incorporamos a Honèstica y nos aseguramos de que aporten ese valor añadido a la hora de consumir sus productos que no puedan ofrecer las firmas grandes», defiende Arranz.
La sostenibilidad es dinámica. Siempre está en continua evolución y en busca de mejoras.
En palabras de Arias, «basta con desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenible» para traducir esta realidad en términos empresariales y que sea posible manifestarlo como vía de negocio. No hay incompatibilidad de escenarios, de hecho, cada vez son más las empresas dedicadas por enteras a la comunicación de productos sostenibles o con importantes verticales dedicados a su concienciación. «Es importante tener en cuenta criterios sociales, económicos y ambientales que aseguren la continuidad del negocio y llegar a satisfacer las necesidades de las generaciones presentes pero sin comprometer las posibilidades de las del futuro», asegura Arias, quien no ve que sea na tarea fácil a pesar de ser necesaria. Aunque, asegura, que comprendiendo mejor los efectos ambientales y sociales de los productos y servicios, así como sus ciclos de vida, el trabajo se vuelve menos arduo y más dinámico. La razón no es otra que el dinamismo al que está sujeta la sostenibilidad, siempre en continua evolución y en busca de mejoras.
Un estado de ebullición constante muy similar al que rige la esencia de Honèstica: esfuerzo de búsqueda, trabajo duro y mirada al frente para seguir describiendo nuevas formas de dar con el mejor producto. Una tarea que según Pinteño es mérito de Arias y Arranz. Ambas socias tienen lo que este socio denomina ‘talento femenino’: «La visión y el ingenio de la mujer es primordial en Honèstica. Lo es hasta tal punto que ellas mismas renombrado la empresa del masculino al femenino. Y cuánta razón llevaban. La intuición, el savoir-faire y la visión que ofrecen en muchos de los procesos de la constitución de este e-commerce se nos escapa a nosotros, como la elección de marcas, determinación o lógica ante la toma de decisiones».
El valor que puede aportar la mujer a los negocios tiene un claro componente creativo, resolutivo y práctico que en Honèstica se traduce en una mejor cuenta de resultados.