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Multimillonarios rusos se pronuncian contra la guerra de Putin contra Ucrania

Ninguno ha implicado directamente a Putin, pero las declaraciones públicas pidiendo la paz son un indicio sin precedentes de disidencia contra el líder autocrático.
Stop Putin. Foto: Matti (Pexels)
Foto: Matti (Pexels)

A medida que Estados Unidos y Europa aumentan las sanciones contra los más ricos de Rusia –haciendo realidad su promesa de «cazar» sus yates y mansiones–, los oligarcas que amasaron sus fortunas permaneciendo leales al presidente ruso Vladimir Putin comienzan a pronunciarse en contra de su invasión a Ucrania.

Ninguno ha implicado directamente a Putin, pero las declaraciones públicas pidiendo la paz son un indicio sin precedentes de disidencia contra el líder autocrático.

El multimillonario Mikhail Fridman, fundador de Alfa Bank, el mayor banco privado de Rusia, se convirtió en el primer oligarca en pronunciarse –aparentemente sin quererlo– contra las órdenes de invasión de Putin, según Financial Times. «No hago declaraciones políticas, soy un hombre de negocios con responsabilidades ante mis muchos miles de empleados en Rusia y Ucrania. Sin embargo, estoy convencido de que la guerra nunca puede ser la respuesta. Esta crisis costará vidas y perjudicará a dos naciones que han sido hermanas durante cientos de años«, escribió en un correo electrónico a los empleados de su empresa de capital privado LetterOne, firma con la que es el principal accionista de los supermercados españoles DIA. En su misiva citaba sus propios antecedentes: Fridman vivió en el oeste de Ucrania hasta los 17 años. Sus padres son ciudadanos ucranianos y viven en Lviv, a la que llamó su «ciudad favorita». Lviv es una de las ciudades objetivo de los militares rusos.

Sanciones de la UE

La Unión Europea (UE) impuso en la tarde de este lunes 28 de febrero sanciones a Fridman que incluyen la congelación de sus activos y la prohibición de viajar. Su socio comercial, Alexey Kuzmichev, declaró a FORBES Rusia en una entrevista que está de acuerdo con Fridman, y añadió: «No voy a hacer ninguna declaración política».

Oleg Deripaska, que construyó su fortuna con las materias primas rusas y es el antiguo yerno de Boris Yeltsin, hizo un llamamiento similar al fin de la guerra en un mensaje dominical en Telegram, pidiendo la paz. «¡El mundo es muy importante! Las negociaciones deben comenzar lo antes posible», escribió. Este lunes calificó de «crisis real» el rápido deterioro de la situación económica en Rusia e instó a realizar mayores reformas económicas. «Es necesario cambiar la política económica, acabar con todo este capitalismo de Estado», escribió.

Además, el mismo día en que se le impusieron sanciones de la UE, la persona más rica de Rusia, el barón del acero Alexey Mordashov, calificó los combates de «tragedia de dos pueblos hermanos» y dijo que debían hacer todo lo necesario para salir del conflicto y detener el derramamiento de sangre. «Es terrible que mueran ucranianos y rusos, que la gente sufra penurias, que la economía se hunda. Debemos hacer todo lo necesario para que se encuentre una salida a este conflicto en un futuro muy cercano y se detenga el derramamiento de sangre para ayudar a las personas afectadas a restablecer la vida normal», dijo el multimillonario.

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«No tengo absolutamente nada que ver con las actuales tensiones geopolíticas. No entiendo por qué se han impuesto sanciones contra nosotros», añadió.

Apuesta por el fin de la guerra

Otros multimillonarios rusos también han pedido el fin de la guerra. El multimillonario Oleg Tinkov, fundador del banco Tinkoff, que se encuentra actualmente en tratamiento contra el cáncer, dijo que su enfermedad le ha dado cierta perspectiva sobre la fragilidad de la vida humana. «En Ucrania están muriendo personas inocentes todos los días, ¡esto es impensable e inaceptable! Los Estados deberían gastar dinero en el tratamiento de la gente, en la investigación para vencer el cáncer, y no en la guerra«, dijo.

Dmitry e Igor Bukhman, los hermanos que están detrás del desarrollador de videojuegos Playrix, que fabrica juegos gratuitos para móviles como Homescapes y Fishdom, dijeron que darían a cada uno de sus 4.000 empleados una paga extra y subrayaron que la violencia «nunca puede ser la solución a un problema».

«Es difícil permanecer en silencio en la situación actual, porque lo que está ocurriendo es una gran tragedia para todos, incluida nuestra empresa. Es difícil incluso imaginarlo», escribieron los hermanos en un post en Facebook.

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Igor Rybakov, el multimillonario copropietario del fabricante de techos y aislamientos Technonicol, dijo en su canal de YouTube la semana pasada que entiende que «se ha pasado el punto de no retorno y esto será una gran historia que tocará la vida de millones de personas. Es triste». Al mismo tiempo, dijo a los espectadores que no entraran en pánico y que compraran valores depreciados de empresas rusas. «Todo esto me cabrea. Quiero que toda esta incertidumbre termine», añadió, según recoge FORBES Rusia.

La importancia de estas declaraciones es grande. Han pasado casi dos décadas desde que el crítico de Putin, y entonces el hombre más rico de Rusia, Mijaíl Jodorkovski, fuera encarcelado por presunta evasión de impuestos después de haber financiado a partidos de la oposición contra Putin, y su fortuna fuera confiscada. (Él negó todos los cargos). Desde entonces, pocos oligarcas, por no decir ninguno, se han atrevido a oponerse a Putin. El propio Jodorkovsky ha instado a los rusos a salir a la calle, diciendo en Instagram que «la guerra contra Ucrania debe ser detenida a cualquier precio».

¿Son sinceros?

Es imposible saber si estos multimillonarios son sinceros en sus súplicas para poner fin a los combates, o si son una respuesta a las inminentes sanciones o simplemente a una economía que se hunde en caída libre.

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Sin embargo, hay muchos que aún no se han pronunciado. Roman Abramovich, el multimillonario propietario del equipo de fútbol inglés Chelsea, cedió la «administración» (pero no la propiedad) del equipo a una fundación benéfica –un gesto en gran medida insignificante– y no ha tomado partido públicamente, pero al parecer participó este lunes en conversaciones de paz en Bielorrusia después de que el gobierno ucraniano le pidiera ayuda. (Su hija Sofia Abramovich habría publicado un post antibélico en las redes sociales, según la periodista británica Carole Cadwalladr).

El resto de las decenas de multimillonarios rusos, incluidos varios sancionados por la UE, entre ellos el primer inversor de Facebook, Alisher Usmanov, permanecen en silencio.

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