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De Lululemon a Amer Sports: cómo Chip Wilson ha transformado sus marcas de ropa deportiva para hacerlas millonarias

Hace cinco años, el multimillonario Chip Wilson apostó fuerte por Amer Sports, la empresa matriz de marcas como Arc’teryx, Salomon y Wilson. Desde entonces, su participación se ha revalorizado y está a punto de eclipsar el valor de sus acciones en Lululemon.

Jamel Toppin para Forbes

En 1998, Chip Wilson predijo que el yoga sería una de las próximas grandes tendencias del comercio minorista. Ese año lanzó Lululemon en su ciudad natal, Vancouver (Canadá). Esa decisión catalizó el movimiento «2», que convirtió en moderno y elegante el uso diario de ropa deportiva.

A finales de 2023, Wilson, que ahora tiene 68 años y un patrimonio neto estimado de más de 7.500 millones de dólares, hizo otra predicción: «Creo que estoy justo en medio del mayor cambio en la forma de vestir de la historia del mundo», declaró a Forbes.

Wilson no se refería a Lululemon, la empresa que fundó pero en la que dejó su puesto de presidente del consejo en 2013 en medio de la polémica suscitada tras sus comentarios sobre el cuerpo de las mujeres. Se refería al éxito de su inversión más reciente: Amer Sports, empresa de ropa deportiva con sede en Helsinki (Finlandia), matriz de marcas de outdoor como Arc’teryx (ropa exterior), Wilson (raquetas de tenis), Salomon (zapatillas de correr y material de esquí) y Atomic (material de esquí).

En 2019, justo en el momento en que Lululemon revocó su derecho a nombrar a un director para su consejo, el empresario gastó alrededor de 1.100 millones de dólares en efectivo procedentes de la venta de acciones de Lululemon para comprar una participación de casi el 21% en Amer Sports. Formaba parte de un grupo de inversores liderado por Anta, propietaria de Fila y mayor empresa de atletismo de China, que gastó un total de 5.200 millones de dólares para hacerse con el conglomerado finlandés.

Su participación en la empresa vale ahora unos 3.200 millones de dólares, el doble de su valor cuando salió a bolsa en febrero de 2024. (Wilson compró otros 324 millones de dólares en acciones en la OPV.) Eso es sólo 200 millones de dólares menos que su participación restante del 7% en Lululemon, cuyas acciones han caído alrededor del 16% en el último año en medio de la creciente competencia de empresas como Alo Yoga y Vuori. A pesar de no desempeñar ningún papel activo en la dirección de la empresa, Wilson sigue siendo el mayor accionista individual de Lululemon y, en ocasiones, una piedra en el zapato.

Hasta la fecha, Wilson también ha obtenido una buena rentabilidad invirtiendo directamente en Anta. Compró casi 16 millones de acciones del conglomerado chino en 2019 por 100 millones de dólares, que ahora valen 160 millones.

En una entrevista a finales de 2023, Wilson dijo a Forbes que su enfoque clave estaba en Amer, cuyas ventas se prevé que superen los 5.100 millones de dólares en 2024, frente a los 4.400 millones de 2023 y los 2.500 millones de 2021. «Es donde mi cerebro está probablemente el 90% del tiempo», dijo Wilson, que forma parte del consejo de administración de la empresa junto con Ding Shizhong, cofundador de Anta, Trina Spear, cofundadora del fabricante de ropa médica FIGS, y Bruno Salzer, ex consejero delegado de Hugo Boss. El multimillonario de Lululemon también dijo que estaba intentando transformar las marcas Amer, que eran «muy masculinas, muy de ingeniería, muy de venta al por mayor», para hacerlas más atractivas al cliente cotidiano.

Desde el principio, su socio chino depositó grandes esperanzas en Wilson para que contribuyera a internacionalizar Amer. «Pensamos que es una persona con mucho talento y pasión por la gestión de marcas. Además, le gusta mucho la marca Anta», se lee en una transcripción de una teleconferencia de 2019 con la dirección de Anta. «Nos reuniremos muy a menudo en el futuro».

Los mayores mercados de Amer en 2023, el último año en el que se disponía de datos, estaban en América, que representaba alrededor del 40% de sus ingresos, y Europa, Oriente Medio y África, que comprendían un 33% combinado. Pero eso está cambiando a medida que su negocio en China y Asia-Pacífico crece rápidamente, un 54% y un 42% durante los nueve primeros meses de 2024, según sus últimos resultados financieros, eclipsando el tibio ritmo de crecimiento en los otros mercados clave por un factor de 7 veces y 10 veces, respectivamente.

Según Ivan Su, analista de Morningstar, el reciente éxito de Amer está directamente relacionado con la creciente popularidad de la ropa de exterior en China. «En EE.UU. y Europa, la ropa de exterior siempre ha estado ahí. Pero en China, el outdoor es algo que no empezó a popularizarse hasta Covid-19», explica Su.

Cuando Amer empezó a cotizar en bolsa en 2024, la marca de ropa exterior Arc’teryx era considerada su «gallina de los huevos de oro», dice Su. Pero a otras marcas, como Salomon y Wilson, les ha ido mejor de lo esperado, sobre todo en China. «Salomon está ganando adeptos entre los aficionados al senderismo», añade. Y Wilson, más conocida por sus raquetas clásicas, está teniendo éxito vendiendo su ropa, especialmente a las tenistas chinas.

Aparte de sus inversiones en Amer y Anta, Wilson ha invertido unos 70 millones de dólares en la búsqueda de una cura para la distrofia muscular facioescapulohumeral (FSHD), una forma rara de distrofia muscular que le diagnosticaron hace 30 años. También es inversor en otras prometedoras empresas minoristas, como Sheertex, una firma que fabrica mallas con materiales para chalecos antibalas.

Todas estas inversiones han dado a Wilson la oportunidad de volver a ganarse el respeto de una industria que se volvió contra él. Es famosa su salida de Lululemon en medio de una reacción violenta tras culpar de un problema con los leggings transparentes a «los cuerpos de algunas mujeres», en concreto a las que tienen muslos más gruesos. Desde entonces ha seguido haciendo comentarios polémicos. En su entrevista de 2023 con Forbes, Wilson criticó la apuesta de Lululemon por la «diversidad y la inclusión» y describió a algunas de sus modelos como «poco saludables», «enfermizas» y «poco inspiradoras».

Wilson es sincero sobre sus propios defectos y virtudes. En su sitio web, «chipwilson.com», el empresario incluye lo siguiente en su biografía: «Soy un vendedor terrible, pero sé cómo fabricar el mejor producto del mundo y ponerle un precio para que se venda en cantidad… Creo que un empresario es alguien demasiado incompetente para trabajar para otro y que se siente impulsado a llevar a buen puerto ideas impopulares».

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