El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, planea despedir a finales de esta semana a casi la mitad de la plantilla de la red social con el objetivo de reducir costes, según varios informes, a la vez que también busca impulsar la capacidad de la plataforma para monetizar su base de usuarios cobrando por la verificación del check azul a partir de la próxima semana.

El fundador de Tesla planea despedir a unos 3.700 de los 7.500 trabajadores de Twitter antes de este viernes, cinco de noviembre, según informan varios medios, como Bloomberg y Financial Times, citando fuentes de la empresa.

El resto del personal deberá volver a trabajar en la oficina a partir del próximo lunes, siete de noviembre, ya que Musk también planea eliminar la política de teletrabajo de la compañía, que permitía a los empleados desempeñar sus funciones laborales desde cualquier lugar del mundo.

Según Bloomberg, el alcance exacto y los términos de los despidos aún no son definitivos, pero uno de los planes consiste en ofrecer 60 días de indemnización a los trabajadores despedidos.

En un informe separado que cita fuentes, Bloomberg informó de que Twitter podría lanzar su plan de suscripción actualizado de ocho dólares al mes –que incluye la insignia de verificación como beneficio– tan pronto como el lunes.

En dicho informe también se señala que la función de edición de Twitter, que actualmente es de pago tras la suscripción a Twitter Blue, será gratuita para todos los usuarios.

Ocho dólares por el ‘check’ azul

El plan de Musk de cobrar ocho dólares al mes por el check azul ha suscitado críticas de varios sectores, incluidos los líderes políticos.

Este miércoles, dos de noviembre, por la noche, la representante Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata de Nueva York) tuiteó: «El plan de negocios de un hombre para una compra sobreapalancada de 44.000 millones de dólares es aparentemente correr y pedir individualmente a la gente ocho dólares. Recuérdalo la próxima vez que te cuestiones a ti mismo o a tus calificaciones».

Esperadas reacciones de los anunciantes

Los despidos previstos y la decisión de cobrar una cuota mensual por las insignias de verificación se producen en un momento en que Twitter se enfrenta a una posible reacción de los anunciantes, preocupados por una moderación más flexible de los contenidos bajo la dirección de Musk.

El empresario, que se autodefine como un «absolutista de la libertad de expresión», también ha expresado su deseo de que Twitter deje de depender de los anuncios, que suponen el 90% de sus ingresos totales.

A pesar de ello, Musk sólo ha descrito vagamente otras ventajas de la renovada suscripción a Twitter Blue, además de una insignia verificada.

Este martes, uno de noviembre, dijo que los suscriptores verán menos anuncios, tendrán la posibilidad de compartir vídeos o clips de audio más largos y recibirán «prioridad en las respuestas, menciones y búsquedas».

Mientras intenta crear fuentes de ingresos alternativas, el multimillonario también ha tratado de atraer a los anunciantes para que permanezcan en la plataforma prometiendo que no permitirá que se convierta en un «infierno de todos contra todos». Sin embargo, los gigantes de la publicidad siguen siendo escépticos y, al parecer, están instando a las marcas a que suspendan el gasto publicitario en Twitter hasta que se solucionen los problemas de moderación de contenidos.

Musk tuiteó el miércoles, dos de noviembre, una encuesta desde su cuenta en la que preguntaba si los anunciantes debían apoyar «la libertad de expresión o la ‘corrección’ política», dando a entender que las empresas que retiran sus anuncios de Twitter por motivos de moderación de contenidos se oponen a la libertad de expresión o sólo lo hacen por la corrección política.