Con 11 años, Carmen Jordá descubrió que llevaba las carreras en las venas. Ha competido en GP3 Series, Le Mans o Indy Lights hasta convertirse en la 11ª mujer en llegar a la Fórmula 1, como piloto de desarrollo del equipo Lotus F1 Team. Hablamos con ella sobre su profesión, su futuro y su relación con Audemars Piguet.
¿Cuál ha sido su experiencia más memorable en las pistas?
Tengo muchos recuerdos del campeonato de Fórmula 3 en Europa, antes de Estados Unidos. Mi padre siempre estaba conmigo y es cuando di el paso de practicar un deporte por hobby a profesional.
En 2015 llegó a la Fórmula 1. ¿Qué sintió al lograrlo?
Siempre creí mucho en mis sueños. En un sector dominado por hombres tienes que demostrar que vales el doble. Se están haciendo muchos cambios para que el automovilismo tenga más mujeres.
¿Y quién ha sido su referente?
Michael Schumacher. Mi padre decía que era el piloto que más talento tenía y, además, lo trabajaba. Era rápido y se adaptaba a las condiciones de pista, y cuando acababa una carrera se quedaba horas analizando los datos con el equipo o el entrenador.
¿Qué otras aficiones tiene?
Todos los deportes de motor, adrenalina y competición. Desde pequeña me decía que llevaba la gasolina en vena y necesito esa chispa en cualquier proyecto.
¿Cómo comenzó su relación con Audemars Piguet?
Fue muy natural. Sentimos admiración mutua. Me invitaron a conocer la AP HOUSE y sus colecciones, y en una de las primeras conversaciones vieron mi pasión por la marca y los puntos en común. Ellos tenían claro qué valores podía transmitir dada mi trayectoria.
¿Cuáles son esos valores?
La precisión, el detalle y la superación. Yo me preparo al máximo para una carrera y Audemars Piguet crea los relojes basándose en la tradición pero desafiando los límites. Su producción es limitada porque quieren mantener la calidad y exclusividad. No hay otra marca mejor.

¿Qué tienen en común la relojería y la conducción?
Ambos buscan la perfección y la innovación en todos los aspectos. Cada equipo quiere el mejor ingeniero, chasis, motor, ruedas… para que sea el coche más rápido. En la alta relojería pasa lo mismo que en las carreras. Audemars Piguet está a la vanguardia con nuevos materiales, ergonomía, precisión y creatividad para que cada pieza encaje y cree algo extraordinario. Buscar la excelencia y mejorar cada día, es lo que te hace destacar.
Ha formado parte de la comisión Mujeres en el Automovilismo. ¿Cómo valora este proyecto?
La FIA creó esta comisión con un gran grupo de mujeres vinculadas con el automovilismo. Se trata de crear oportunidades para que la mujer esté más presente en las carreras, ya que antes era un deporte muy alejado de la mujer.
¿Cómo cree que su trabajo inspira a las mujeres?
Estoy a punto de publicar un libro sobre mi historia para inspirar a las nuevas generaciones a perseguir sus sueños imposibles. Es un mensaje importante para quien quiera hacer algo fuera de lo común; que luche por ello y nada le detenga.
¿Cuál es su modelo favorito de Audemars Piguet?
El Royal Oak automático de 38mm que llevo con los colores de mi equipo. El Jumbo también me gusta mucho, la colección Royal Oak es mi favorita.
¿Le queda algún sueño por cumplir?
Desde que se anunció el campeonato de Fórmula 1 femenino, me gustaría tener mi equipo y apoyar a las mujeres.