El trabajo es un servicio, pero ¿cómo funciona el mercado laboral? ¿En qué se parece a otros mercados de bienes y servicios, como el de naranjas, y en qué se diferencia?
Cuando hablamos de oferta y demanda, solemos asociar a las empresas con la oferta y a los individuos o familias con la demanda; en un mercado como el de las naranjas, productores y consumidores alcanzan un equilibrio de mercado y se fijan un precio y una cantidad negociados. Las naranjas pasan de manos del productor a manos del consumidor, y el dinero hace el camino inverso.
Sin embargo, en el mercado laboral, las empresas son las que demandan trabajo y los individuos los que lo ofrecen. Al precio que se fija en este mercado lo llamamos salario y a la cantidad de trabajo contratado, empleo.
En el mercado laboral, el tiempo y las capacidades del trabajador son empleadas por la empresa y el dinero hace el camino contrario. Pero no es esta la única diferencia del mercado laboral con el resto de mercados.
¿Qué distingue al mercado laboral?
El mercado laboral es uno de los más intervenidos de las economías occidentales. Cuestiones como el bienestar y salud de los trabajadores, la prevención de riesgos en su trabajo o la cobertura de incapacidades para trabajar en situaciones concretas, están reguladas y controladas a nivel estatal.
Toda esta regulación y las cotizaciones a la Seguridad Social hacen que, en el mercado laboral, el precio que pagan las empresas por el trabajo sea superior al salario que reciben los trabajadores.
En febrero de 2022, el Congreso de los Diputados aprobó una nueva reforma laboral que, entre otras medidas, ha fijado un nuevo salario mínimo interprofesional, limitado los contratos temporales y ampliado la vigencia de los convenios.
¿Quieres saber cómo afectan estas medidas al nivel de empleo? ¿Qué implican para trabajadores y empresas? Coge tus auriculares que Juan Ramón Lucas y Ana Comellas te cuentan cómo funciona esto del mercado laboral.