Ni San Jerónimo reconoce este viernes su Carrera. Carrera de San Jerónimo 8. En la puerta de Lhardy Jorge Drexler (56) se apoya en el guarda peatones. Todo se transforma. Hora del papeo. Drexler, fumeteando, que cuando no está arriba del escenario parece el profesor de química del que se enamoran todas. Es un lujo tener a Drexler viviendo en la ciudad. Este tipo es uno de los grandes de la rima.
Subo las escaleras y en el salón grande, mesas separadas, Olvido Gara, mascarilla negra, sola en la mesa. Pelo azabache, vestido rojo In The Mood Of Love y ojos fumé. Si Olvido ha venido es que Pucho-Tangana-El Madrileño está bautizado. Tomás Fernando Flores de Radio 3 también concede el plácet con su presencia.
El cocidito, en el restaurante de Daniel Marugán -séptima generación de propietarios- y Javier Pagola -sexta- promete. Lhardy siempre te deja lleno. Nunca falla. Como no fallaban Quintero, ni León ni Quiroga: “No me hable usted de los banquetes que hubo en Roma. Ni del menú del Hotel Plaza en Nueva York. Ni del faisán ni los foagrases de paloma. Ni me hable usted de la Langosta Termidor. Cocidito madrileño. Repicando en la buhardilla. Que me huele a yerbabuena. Y a verbena en las Vistillas”.
Olvido no se quedó a comer. Brais Efe (32) sí. Entró irradiando luz, que Brais la tiene de sobra, con un babero gigante puesto con el lema “el babero de Brais”. Qué grande es este tipo. Grande de grandullón. Grande de talento grande. Al lado de Pucho, Brais parece más grande. Pucho es finito, como el torero de Córdoba, delgadito, pero bien plantao. Chuleta de verbena y coches de choque este madrileño.
Pucho salió a defender el disco: “¿Sabéis que yo tenía otro disco hecho para Sony? No era este el que iba a sacar. ¿Os pongo el otro?”. “Nooo” coreaban los de Sony enfocando el marketing.
El Comerte entera ya lo conoces. Es un tributo al Insensatez de Vinicius de Moraes y Toquinho. ¡Dios mío que canción! El fraseo «Essa mina é um perigo” (Esa mujer es un peligro) es más adictivo que el Viña Tondonia Blanco Reserva de López de Heredia que esta semana ha pillado 100 puntos y si quieres bebértelo prepara 40 pavos.
Kigo, el repre de Pucho, tiene buena culpa de todo lo que le está pasando al flaco. Hace dos o tres meses lo elegí para la portada de Forbes. Un raperito en Forbes, ¡sí, claro! Entre los 100 españoles más creativos para los negocios está Tangana que ahora cambia de piel y se hace llamar El Madrileño con un lanzamiento mundial.
Me lo cuenta en mi mesa Blanca Salcedo de Sony con un disco construido para el crossover (en castizo para gustar en muchos países): rumbita para los franceses con Gipsy Kings, un éxito latino asegurado con Calamaro y Drexler y para los brasileiros Toquinho… entre otros, pero todos al servicio de la mente creativa de este tipo flaco que cae bien. A mí me cae muy bien.
A Pucho le molan los cameos, que se sugiera, que adivines, que se encuentre sin buscar. Me cuenta: “Ya verás a Calamaro en el vídeo. Le pusimos un abrigo que flipas. Estoy feliz porque Drexler y Calamaro nunca habían entrado juntos al estudio”. Andrés hace de Calamaro en el clip. Póngase el lector una alarma el martes en el móvil para ver el vídeo, que lo lanzan ese día. Drexler cumple. Es la primera vez que escriben juntos. El temazo se llama Hong Kong. Andrés templa, gesticula y manda, parapetado en sus Ray Ban Caravan.
De las dos chicas que andan bailando en el Palermo adivino a Julia De Castro. La escribo para chulearme que la supe ver y me devuelve un “jaja”. Escribo a Andrés, en su foto de WhatsApp mi adorado Héctor Lavoe. “Tocayo. Gran abrigo”. “Gracias Dom Andrés”, me gusta la errata -o quizá no- me recuerda al Dom Pérignon vintage que envió esta Navidad Albert Adriá. Salud Andrés, la última vez que nos vimos andabas imaginando una revista y estuvimos dándole vueltas a ver si meterle una marcha corta o una conducción larga. Muchas ganas de escuchar tu revisión de Honestidad Brutal. No tardes en soltarlo que todos lo llevamos en el corazón.
Imanol Arias sale en otro de los temas, interpretando a un cantaor perdido en la bruma de las barras de los bares. Santos -Álvaro Santos- Bacana es el creador de Little Spain, la productora que desde Los Ángeles firma los audiovisuales. Muy moderno. Muy Corrupción en Miami. Mola. Bacana es también el responsable de clips como el bolerazo Un veneno -rodado en el Chateau Marmont de Los Ángeles- y Para repartir -en La Habana-, con el viejo Eliades Ochoa, también de Tangana. Se encontraron en unos grammys latinos y se entienden.
En la mesa de al lado, el productor apache Enrique “de Goya y Cifuentes” López Lavigne. “Andrés te sigo. Es el momento de volver a los productos cuidados. Yo estoy en eso. Volver a lo de siempre. A las cosas bien hechas”. ¡Que razón tiene Enrique! No deje el lector de seguirle en redes. Ametralla con información de todo y de todos, pero su mira telescópica está muy bien graduada.
La letra “G” tiene un punto, es la de los garbanzos y la de Gucci. ¡Qué bien lo hace Gucci!, el Apple de la moda, que parece que toca pocos balones, pero son muchos, y los elige bien. Buena culpa de esta conexión permanente la tiene Parsida Abaud, que ella misma es una flagship, y ayer lucía sonrisa ante la sopa. Le pregunté por su chico, Javier Bonet, el chef de Sala de Despiece… y todo bien.
A los mandos de todo, José María Barbat. Si quieren saber más de la visión de uno de los ejecutivos más importantes de la industria musical latinoamericana (el éxito de Rosalía es muy por él) escuchen el podcast que Carlos Galán le dedicó en su mastodóntica serie Simpatía por la Industria Musical. Barbat cumple el perfil del ejecutivo discográfico del siglo del streaming: discreto, eficaz, apasionado y maratón man.
Repetí de sopa tres veces. A mí me gusta el cocino veggie en un Lhardy que sabe adaptarse, al rap, al mestizaje y al futuro. El retrato de Pucho presidía la sala grande. A mi lado, Edu “Mongolia” Galánque es el responsable de que Maruja Torres sea hace meses vecina de Conde Duque. ¡Qué bien le viene al Cuartel una vecina tan ilustre! Cualquier día Ayuso presume también de Maruja.
“Espera Andrés que tengo que ver cómo han vestido hoy a mi mujer” –Marta Flinch– “que eso es importante en casa”. “¿Qué tal la han vestido Edu?”, pregunto. “Bien, bien, hoy bien. Estamos a salvo”. Y con la barriga llena.