El multimillonario George Soros, de 92 años, ha traspasado el liderazgo de su opulento imperio filantrópico a su hijo Alexander, de 37 años, quien ha declarado al Wall Street Journal que planea continuar la historia de la familia de apoyar a políticos y temas de izquierdas.
En su primera entrevista desde que fue elegido para presidir la Open Society Foundations en diciembre, Alexander Soros dijo al Journal en un artículo el domingo que está cada vez más preocupado por la posibilidad de que el expresidente Donald Trump sea reelegido y sugirió que la familia contribuiría en las elecciones presidenciales de 2024.
Aunque él y su padre «piensan igual», Alexander Soros dijo al Journal que es «más político» que su padre y planea centrarse en causas como el voto y el derecho al aborto.
El menor de los Soros –que figura en la web de la Open Society Foundations como su presidente– declaró al Financial Times que «redoblará sus esfuerzos para defender el derecho al voto y la libertad personal en casa y apoyar la causa de la democracia en el extranjero».
«Por mucho que me gustaría sacar el dinero de la política, mientras el otro bando lo haga, tendremos que hacerlo nosotros también», declaró Alexander Soros al Journal.
Alexander Soros declaró al Journal que se ha reunido recientemente con funcionarios de la administración Biden, con el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El anuncio del nombramiento de Alexander Soros fue en cierto modo una sorpresa, y George Soros declaró al Journal que «no quería que la fundación pasara a manos de uno de [sus] hijos, por una cuestión de principios».
1.500 millones en donaciones
La fundación sin ánimo de lucro Open Society Foundations de Soros destina 1.500 millones de dólares anuales a diversos grupos.
Desde el organismo puntualizan que el dinero se destina a grupos e individuos que promueven «los principios democráticos, los derechos humanos y la justicia«, como organizaciones dedicadas a la legislación sobre inmigración y la reforma de la justicia penal, entre otros.
De las finanzas y la inversión a la filantropía
Antes de convertirse en un gigante de la filantropía y un referente de la política demócrata, George Soros, cuya fortuna se estima en 6.700 millones de dólares, pasó años en el mundo de las finanzas y la inversión, conocido por operaciones agresivas como su decisión de vender la libra esterlina en la década de 1990.
Más recientemente, este húngaro-estadounidense superviviente del Holocausto fundó la organización sin ánimo de lucro Open Society Foundations y donó millones de dólares a causas políticas. Solo en el ciclo electoral de 2022, los empleados de Soros Fund Management donaron más de 179 millones de dólares a varios candidatos y organizaciones demócratas, frente a los cerca de 10,5 millones de 2020, según datos recopilados por OpenSecrets.
En 2017, George Soros transfirió 18.000 millones de dólares de su fortuna personal a la labor futura de su organización sin ánimo de lucro Open Society Foundations.
Alexander, nuevo presidente
Con su limitada experiencia en finanzas y su doctorado en Historia, no se pensaba que su hijo Alexander –que forma parte del comité de inversiones de Soros Fund Management- fuera el heredero del imperio Soros, según el Journal.
De hecho, no fue hasta que su hermanastro mayor, Jonathan, abandonó la fundación cuando Alexander Soros se implicó más. Asumió un papel a tiempo completo en la fundación en 2015 y dio un paso adelante durante las elecciones de 2016, impulsando esfuerzos como la participación electoral en Georgia junto a la demócrata Stacey Abrams, señala el Journal.
Soros, en el punto de mira
En los últimos años, George Soros se ha convertido en el blanco de teorías de conspiración difundidas por comentaristas y políticos de derechas, que a menudo incluyen tropos antisemitas.
El mes pasado, Elon Musk, consejero delegado de Tesla, comparó al multimillonario con Magneto, el villano de los cómics de Marvel, ambos supervivientes del Holocausto.
Musk respondió entonces a los comentaristas de Twitter que se opusieron a la comparación, y dijo que «Soros odia a la humanidad».
Por su parte, el director general de la Liga Antidifamación, Jonathan Greenblatt, tuiteó que los comentarios de Musk –que se produjeron días después de que la empresa de inversiones de Soros revelara que había vendido todas sus participaciones en acciones de Tesla– «envalentonan a los extremistas que ya urden conspiraciones antijudías y han intentado atacar a Soros y a las comunidades judías como consecuencia de ello.»
