El de Sant Jordi es uno de los días más queridos en Barcelona. Es una jornada de rosas, cultura y miles de personas caminando o deambulando por el centro en busca de flores, librerías en la calle y a la caza de ejemplares firmados por sus autores. Este 2024 cayó en martes y no fue festivo oficialmente, aunque como cada año el día dió la sensación de serlo. Este último Sant Jordi barcelonés también fue especial en el puerto de la ciudad, por la visita del Sun Princess, decimosexto buque de Princess Cruises.

Con 245 metros de eslora y 178.000 toneladas de desplazamiento, el Sun Princess es el mayor buque de la historia de Princess.
Con 245 metros de eslora y 178.000 toneladas de desplazamiento, el Sun Princess es el mayor buque de la historia de Princess.

La de ayer no fue la primera visita del nuevo barco de una naviera nacida en 1965 y que ganó fama mundial gracias a la serie The Love Boat o ‘Vacaciones en el Mar’, de enorme éxito en la televisión de los años 80 y que a pesar del tiempo aún tiene su tirón. El Sun Princess fue entregado por los astilleros Fincantieri a esta filial del grupo Carnival el pasado mes de febrero y ya en su crucero inaugural tocó Barcelona el pasado nueve de marzo, regresando por segunda vez el nueve de abril.

Hannah Waddingham a bordo

Hannah paseando por el barco del que es madrina.

La tercera visita a este puerto ha sido más trascendente. Entre las personas que embarcaron el día 23 de abril en la terminal Helix, flamante edificio del estudio de arquitectura Batlleroig, estaba Hannah Waddingham, actriz y cantante de larga trayectoria, a la que su papel de Rebecca Welton, propietaria del equipo de futbol AFC Richmond en la serie Ted Lasso, la ha catapultado a la fama internacional e incluso le ha hecho ganar un premio Emmy. Esta semana, la serie de tres temporadas seguía siendo una de las cuatro producciones más vistas en la plataforma Apple TV+.

La carismática Waddingham fue también aclamada en su papel de copresentadora del festival de eurovisión celebrado en Liverpool hace un año y su carrera profesional se remonta a finales del XX y principios del XXI en los escenarios de Broadway, en Manhattan y el West End londinense. Este año también estrena dos películas: The Fall Guy, junto a Ryan Gosling y Emily Blunt y The Garfield Movie, junto al gato que da nombre a la historia, en este caso como una de las voces de esta cinta de animación. Finalmente, en 2025, estrenará la octava parte de Misión: Imposible, con Tom Cruise.

Un bautismo y muchos más

A bordo hay hasta 30 espacios de comidas y bebidas.

Waddingham no embarcó como pasajera, sino como invitada muy especial de la compañía. Fue la gran protagonista de la jornada como madrina de este buque de 345 metros de eslora y 178.000 toneladas de desplazamiento. Esto ha convertido al Sun Princess en el buque más grande de las seis décadas de historia de la naviera. 

El atrio, uno de los puntos centrales del buque, ocupa tres puentes.

Su capacidad para hasta 4.300 pasajeros atendidos por 1.600 tripulantes, 21 puentes y 2.157 camarotes, de las que 80 son suites, hace palidecer al primer barco de la compañía, el Princess Patricia, un buque alquilado a una naviera canadiense con un desplazamiento de tan solo 6.000 toneladas y una capacidad máxima de 320 pasajeros que con sus viajes desde California a la costa oeste de México marcó el destino de la compañía. También su nombre fue trascendente, pues a partir de ese buque la compañía se bautizó como Princess y todos los barcos que le han sucedido han tenido ese apellido. Dos ejemplos conocidos fueron el Island Princess y el Pacific Princess, los coprotagonistas, junto a la tripulación capitaneada por Merrill Stubing, de ‘Vacaciones en El Mar’.

La mesa del chef, uno de los rincones más especiales del nuevo barco de Princess Cruises.

Cumpliendo con la tradición, todos los buques de Princess han sido amadrinados por algún personaje carismático, celebre o ambas cosas a la vez. Por citar algunos nombres, hace 40 años, Diana Frances Spencer, más conocida como Diana de Gales o Lady Di fue la madrina del Royal Princess. Cinco años después, en 1989, Audrey Kathleen Ruston, de nombre artístico Audrey Hepburn, bautizó al Star Princess. Otra actriz, Sofia Villani Scicolone, famosa en todo el mundo con el nombre Sophia Loren, amadrinó al Crown Princess.

Más cerca en el tiempo, en 2013, Catherine Elizabeth Middleton ligó su nombre al nuevo Royal Princess como madrina del buque. Fue a los dos años de convertirse en Princesa de Gales. Ayer, once años después de Kate Middleton, la que para muchos también es toda una reina, Hannah Waddingham, pasó a formar parte de este selecto grupo madrinas de la Princess Cruises tras estrellar contra el casco del Sun Princess una enorme botella de Veuve Cliquot especialmente etiquetada para la ocasión. 

El Restaurante Horizons es el comedor principal del buque.

El mayor de la compañía

El buque que hace el numero 16 de la flota de la naviera, está realizando su campaña inaugural en el mar y continente donde ha sido construido. Desde que salió de los astilleros de Monfalcone, Italia, el pasado 28 de febrero, ha estado navegando por el Mediterráneo oriental y occidental, donde permanecerá hasta otoño. En octubre empezará su temporada americana y caribeña presentándose en Fort Lauderdale, el segundo puerto más importante del mundo en el sector de los cruceros. 

El Lotus Spa es un enorme espacio que ocupa dos puentes y se dedica en exclusiva al bienestar del viajero.

Una de las características tecnológicas en las que ayer incidió John Padgett, presidente de la naviera, es que el barco es el primero de la flota con motores alimentados por GNL o Gas Natural Licuado, considerado como el combustible de transición más limpio en cuanto a emisiones a la atmosfera. Esa novedad está complementada con una serie de sistemas de recuperación de energía que hacen que este nuevo gigante tenga menor consumo que sus antecesores.

Padgett, que previamente fue director de innovación de la corporación Carnival, que a su vez le fichó desde un puesto directivo de los parques temáticos Disney, indicó ayer que el bautizado en Barcelona era el barco “más impresionante, lujoso y asombroso jamás creado para la compañía”.  Lo cierto es que el buque impresiona. No solo por sus dimensiones sino también por la cantidad y calidad de espacios nuevos en comparación con otros buques de medidas y tonelaje semejante. También destaca la especial atención puesta sobre la gastronomía, con más de 30 puntos de restauración y bebidas distribuidos por todo el buque: desde las barras de sushi a las de alta coctelería. De la mezcla de gastronomía y magia a un espacio temático dedicado al pintor y escultor Romero Britto, donde poder comer o cenar o restaurantes temáticos de carne o marisco, además de los clásicos nombres de restaurantes que son referentes para los fieles cruceristas de esta naviera: Sabatini’s, Crown Grill y Crooners. 

En la parte más alta del buque, el Domo es terraza, piscina interior y exterior, invernadero, sala de presentaciones y solárium.

Como está pasando en el sector en general, la gastronomía sigue teniendo una importancia capital, aunque lo que está creciendo de una manera notable son los cuidados a bordo, de ahí que el gimnasio del buque sea de impresión y la zona de spa y tratamientos sean notables, ocupando dos puentes. También son destacables una arena para espectáculos con capacidad para 990 espectadores, que fue la sala donde se realizó la ceremonia de bautismo y tres espacios comunes que van de los 250 a los 300 para eventos de lo más diverso, pues de eso van los cruceros: de entretenimiento para quien lo busque, de vivir unas semanas de manera diferente y de que el hotel se mueva con sus huéspedes cambiando cada día de paisaje.  

Desde este martes, ya de manera oficial y con una madrina de excepción, Princess ya tiene 16 de estos hoteles-resort flotantes navegando en lugares tan diferentes como Alaska, Japón, Nueva Inglaterra, el estrecho de Magallanes… o la península ibérica.