A la difunta Isabel II le gustaban los perros, los caballos, los sellos y, a juzgar por lo que mostró en su muñeca a lo largo de 70 años de reinado, los relojes. La reina de Inglaterra era una de las mujeres más ricas del mundo, y se podía permitir adornarse con las mejores marcas relojeras, faltaría más. Eligió Patek Philippe, Jaeger-LeCoultre y Omega, entre otras. Modelos pequeños que no rivalizasen con las joyas reales, femeninos y mecánicos en muchas ocasiones. Veamos cuáles eran:
101, de Jaeger-LeCoultre
Es lo que se considera un reloj de cóctel, muy relevante en la colección real, pues fue el escogido por Isabel II para su coronación en la Abadía de Westminster, en junio de 1953, cuando tenía 25 años. Aquella fue la primera coronación que se retransmitió a nivel mundial, a una audiencia estimada de 277 millones de personas. Y había que tener vista de lince para leer la hora en tan minúscula pieza.
Fue un regalo que recibió la monarca de Vincent Auriol, entonces presidente de Francia. Y su funcionalidad (saber la hora) es secundaria, porque se considera más bien una joya. El 101 vio la luz en 1929, con una longitud de 14 mm, 4,8 mm de ancho y un peso de un gramo. Tiene un brazalete con 110 diamantes de talla brillante y alberga el Calibre 101, considerado el movimiento mecánico más pequeño del mundo.
Jaeger-LeCoultre aún lo produce bajo el nombre de 101 Reine, en oro blanco (a diferencia del de la coronación, que era de oro amarillo). Hoy se desconoce el paradero del 101 de la que fue jefa de estado de Reino Unido y otros 14 países más, entre ellos Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Quizá por esa pérdida, la marca relojera suiza entregó a la soberana en 2012 una réplica del reloj con motivo del Jubileo de Diamante, que celebró sesenta años de su majestad en el trono.
Ref. 4975/1G, de Patek Philippe
La reina tenía querencia por Patek Philippe, la casa ginebrina que firma muchos de sus guardatiempos, algunos expresamente realizados para la monarca. Como esta Referencia 4975/1G con brazalete de perlas y multitud de diamantes que data de 2012 y que se expuso en Londres en 2015, cedida por la propia Isabel II.
Golden Ellipse, de Patek Philippe
Otro de sus relojes Patek es el Golden Ellipse 4975, con una llamativa esfera azul, brazalete de malla y 30 diamantes en su bisel (además de en los índices). El Ellipse d’Or (en francés) nació en 1968, y se distinguió de otros por su forma elíptica nada habitual. Su diseño se inspiró en el antiguo principio de la divina proporción de 1/1,6181 descubierta por los matemáticos griegos, que también rige importantes obras arquitectónicas y artísticas.
Calatrava, de Patek Philippe
Muy curioso este reloj de agujas como espirales en oro amarillo, que es el material que la reina solía elegir. Se trata, asimismo, de un Patek Philippe, un Calatrava de tamaño muy pequeño cuya caja no tiene mucho más protagonismo que el brazalete de malla milanesa. A la monarca se le vio con él durante sus últimos años de vida.
Ladymatic, de Omega
En esta imagen distribuida por la Casa Real británica en 1992, se aprecia que la sonriente soberana luce un Ladymatic, un reloj que Omega lanzó en 1955, y que fue uno de los primeros relojes automáticos de la firma que se diseñó especialmente para la mujer. No es el único Ladymatic que llevó Isabel II. Éste, a diferencia de otro que tenía de oro amarillo con correa de piel, se ajusta a la muñeca con un brazalete de oro.
Qué duda cabe de que no están todos los que son. Pero bien sea porque se trata de piezas raras o porque las imágenes de las que disponemos no nos lo dejan muy claro, es difícil saber los nombres de los demás relojes de la fallecida reina. Probablemente nunca lleguemos a conocer toda su colección, sino sus posesiones más significativas.