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Alia de Jordania, la reina de origen palestino que impulsó el voto femenino en su país

La reina Alia de Jordania fue una mujer adelantada a su tiempo. Murió a los 28 años pero le dio tiempo a conseguir el sufragio femenino en su país en los años 70. En plena guerra de Gaza recordamos su increíble historia.

Alia de Jordania y Betty Ford en Washington, en 1974.


Falleció trágicamente a los 28 años en un accidente de helicóptero pero en su pequeño recorrido vital logró algo muy grande: llevar el voto femenino a su país, Jordania, tres años antes de su muerte en 1977. La reina Alia es la prueba de que en Oriente Medio no siempre ha habido represiones y guerras. Egipcia de origen palestino nació en el seno de una familia diplomática y en 1972 se convirtió en la tercera esposa y reina consorte de Huséin de Jordania. Su educación occidental y su carácter inquieto la llevó a impulsar un sinfín de causas. 

Alia Al-Hussein nació en Cairo, Egipto, en 1948 pero tenía nacionalidad palestina como la de su padre. Gracias al oficio de él, diplomático de Jordania, Alia vivió en diversos países como Egipto, Turquía, Estados Unidos y, mayoritariamente, Londres y Roma. En estos últimos fue donde recibió educación de los jesuitas. Más tarde, comenzó su carrera universitaria en la Hunter College en Nueva York, Estados Unidos, donde se graduó de ciencias políticas con una especialización en psicología social y relaciones públicas. 

Con su nuevo grado y con su padre como fuente de inspiración decidió irse a vivir a Jordania en 1971, con intenciones de convertirse en diplomática. Comenzó trabajando para las aerolíneas Royal Jordan Airlines. Sin embargo, en abril de 1972 el Rey Hussein bin Talal le encargó que supervisara las preparaciones para el primer festival internacional de esquí acuático en la ciudad jordana de Aqaba. El rey y ella ya se habían conocido cuando ella era pequeña por el trabajo del padre. En diciembre del mismo año, se casaron en la casa de los Toukan en Ammán, con una ceremonia íntima y privada, convirtiéndose en la tercera mujer del Rey Hussein.


La reina Alia de Jordania y Betty Ford asisten a una cena de Estado en la Casa Blanca en Washington, D.C., el 16 de agosto 
de 1974. © Getty

Cuando recibió el título de Reina Alia, fue cuando realmente empezó su labor diplomática. Creó su propia institución como reina, donde se dedicaba a ayudar a los menos favorecidos de Jordania, representaba a las mujeres árabes en eventos internacionales y ayudó a financiar proyectos de desarrollo social. Tenía como objetivo crear un país avanzado, por eso luchó por conseguir el sufragio femenino en su país y la posibilidad de que las mujeres pudieran ser elegidas para el parlamento.

Sin embargo, la vida parlamentaria en Jordania en ese momento, 1974, estaba pasando por una etapa enturbiada por la ley marcial, dejando la ley que defendía los derechos de las mujeres en un parón. Esta fue la causa por la que la reina solo vio en vida a una mujer en el parlamento en 1976

Al mismo tiempo que obtenía el rol de portavoz para las mujeres de Jordania, tuvo dos hijos: Haya nacida en 1974, y Ali quien nació un año después, 1975. Pero uno de sus actos más fieles a su carisma fue el adoptar a una niña de cinco años llamada Abir Muhaisen, quien perdió a su madre en un accidente de avión en un campo de refugiados palestinos cerca de Ammán. 

Todos los hijos de Alia tienen un poco de ella. Abir recibió un grado y un máster en Estados Unidos, asentándose allí. Ali ha vivido en el Reino Unido y Estados Unidos, y ahora es presidente de la Federación de Fútbol de Jordania. La mayor de los tres, Haya, es secretaria de la Embajada de Jordania en Londres.

Es ahí donde ha podido conseguir inmunidad diplomática tras huir de su marido, el primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, tras un divorcio prolongado. Su huida con más de 300 millones de euros y sus dos hijos, según la revista Vanity Fair, resultó ser la decisión correcta. Afirma el periódico ABC que la princesa Haya recibió 650 millones de euros tras el divorcio y ahora tiene una nueva vida en Londres, dedicándose a la diplomacia y a sus hijos, igual que su madre. 

La reina Alia murió con solo 28 años, en un accidente de helicóptero volviendo del Hospital Talifa para inspeccionar su estado tras recibir varias quejas a su oficina, demostrando su dedicación hasta el final.

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