Cuando Bob Gore murió el pasado mes de septiembre había dejado perfectamente especificado en su testamento cómo repartir su fortuna entre los miembros de su familia. Entre los herederos se encontraban sus hijos, hijastros y sus hermanos. Excepto su hermana Susan, a la que no incluyó en el documento.
Este ha sido el último acontecimiento de una larga lucha entre los miembros de la familia Gore, una de las más ricas de América, que se remonta años atrás.
No obstante, los Gore no son los únicos ricos con grietas internas. De los 50 clanes que figuran en la última lista de Forbes de las familias más ricas de América, al menos seis han pasado por disputas familiares, incluyendo batallas legales sobre fondos fiduciarios, adopciones falsas e, incluso, acusaciones de asesinato.
Estas son las seis familias multimillonarias de Estados Unidos cuyas luchas demuestran que el dinero –incluso si son millones de dólares– no siempre compra la felicidad.
Familia Gore. Patrimonio 6,7 billones de euros
Bill Gore (fallecido en 1986) y su esposa Genevieve (fallecida en 2005), fundadores de W.L. Gore, la compañía que hay detrás de la tela impermeable Gore-Tex, sorprendieron a todos cuando establecieron un sistema de fideicomisos para sus nietos que otorgaba mayores participaciones en la herencia a las ramas más grandes de la familia.
Tres de sus cuatro hijos tuvieron cuatro nietos cada uno pero la tercera, Susan, solo tuvo tres hijos. Eso significaba que heredarían muchas menos acciones de los fideicomisos que el resto de sus primos.
Para evitar que esto se produjera, Susan intentó adoptar legalmente a su exmarido como su hijo en el año 2003. De esta forma, aumentaría la herencia de su rama familiar. La estratagema no funcionó y abrió una brecha entre la familia. Por su parte, el exmarido renunció a su promesa de dar las acciones a sus hijos y, en el 2012, la Corte Suprema de Delaware dictaminó que ni él ni los hijos de Susan tenían derecho a esas acciones.
Cuando Bob Gore, hermano de Susan, falleció el pasado septiembre estipuló en su testamento que si ninguno de sus hijos o descendientes vivía en el momento de su muerte, el patrimonio debería ser dividido entre sus hermanos. Entre todos menos Susan, a la que excluyó.
Familia Koch. Patrimonio 82,3 billones de euros
En 1980, William (Bill) Kotch trató de tomar las riendas de las industrias familiares Koch lo que desencadenó en su despido. Tres años después, él y su hermano Frederick vendieron las acciones que les correspondían a sus hermanos Charles y David por más de 700 millones de dólares (576 millones de euros).
Bill y Frederick consideraron que sus hermanos les habían defraudado y se pasaron los 18 años siguientes demandándoles, hasta que llegaron a un acuerdo en el año 2001. Desde entonces, la compañía ha crecido hasta alcanzar los 115.000 millones de dólares (95.000 millones de euros) gracias a ingresos que provienen de múltiples negocios.
Charles, que tiene un patrimonio de 44.900 millones de dólares (37.000 millones de euros) y David, que falleció en agosto de 2019, han aparecido en las listas de los estadounidenses más ricos según Forbes. La viuda de David, Julia, y sus hijos, han heredado el 42% de la participación de David en Industrias Koch.
Por su parte, la revista Forbes fija el valor neto de Bill en 1.500 millones de dólares (1.235 millones de euros). Frederick, que se convirtió en un amante del arte, nunca alcanzó la riqueza de sus familiares. Falleció el pasado febrero.
Familia Pritzker. Patrimonio 27 billones de euros
La heredera del Hotel Hyatt, Liesel Pritzker, tenía sólo 18 años cuando presentó una demanda de 6.000 millones de dólares (5.000 millones de euros) contra su padre y 11 primos mayores, alegando que habían saqueado los fondos fiduciarios que le correspondían a ella y a su hermano Matthew.
Su padre, Robert Pritzker, había empezado a jugar con los fideicomisos de sus hijos y donó su participación en el holding familiar a la fundación familiar. Años más tarde, cuando sus primos planearon repartir la fortuna, dejaron fuera a Liesel y a su hermano.
El acuerdo de su demanda llevó a la división de la fortuna familiar que provocó que casi una docena de Pritzkers se convirtieran en multimillonarios. Uno de ellos es el gobernador de Illinois J.B.Pritzker, el político más rico de la nación con un patrimonio de 3,4 mil millones de dólares (2,8 mil millones de euros). Por su parte, Liesel se embolsó 500 millones de dólares (412 millones de euros).
Familia Goldman. Patrimonio: 11 billones de euros
Cuando murió en 1987, Sol Goldman era uno de los propietarios más ricos de Nueva York, entre cuyos inmuebles se llegó a encontrar el histórico edificio Chrysler.
Poco después de su muerte se desató una batalla legal por la herencia entre sus cuatro hijos y su mujer, Lilian, de la que estaba separada. El matrimonio había solicitado el divorcio en 1983, pero intentaron reconciliarse. En 1984 firmaron un acuerdo formal por el que se concedía a Lilian el 33% de su patrimonio. Acuerdo que fue impugnado por los hijos.
Cuando Lilian falleció, en 2002, su patrimonio se dividió a partes iguales entre sus hijos. “Desde entonces, la familia ha resuelto todas las disputas pendientes y todos los miembros están muy unidos”, declaraba una fuente a Forbes en 2016.
Familia Rollins. Patrimonio: 10,7 billones de euros
Fundada por los hermanos, Wayne y John, en 1948, Rollins Inc. obtuvo 2.000 millones de dólares (1.646 millones de euros) en ventas en 2019, lo que la convierte en la empresa de plagas que más ingresos obtiene en América del Norte.
Los hijos de Wayne, Randall (fallecido en agosto de 2020) y Gary se unieron al negocio familiar, convirtiéndose más tarde en los jefes del negocio. En 2010, los cuatro hijos de Gary demandaron a su padre y a su tío alegando que se les negaba la asignación de efectivo que les correspondía.
Por esa misma época Ruthie, la esposa de Gary, solicitó el divorcio. Tras nueve años inmersos en una batalla legal y dos semanas en un juicio con jurado, la familia consiguió llegar a un acuerdo confidencial en 2019.
Familia Shoen. Patrimonio: 7,4 billones de euros
Tres décadas después de que el matrimonio formado por L.S. Shoen y Anna Mary Shoen fundaran la empresa de alquiler de camiones y remolques U-Haul, L.S. y su hijo mayor, Samuel, ampliara el negocio hacia áreas no relacionadas con la empresa, sus otros hijos, Joe y Mark, consideraron que estaban destruyendo aquello que habían creado.
Así, en 1986, dieron un golpe de estado y tomaron la compañía, obligando a su padre a jubilarse. La familia se vio envuelta en un sinfín de demandas durante 25 años. En un momento dado, L.S. incluso acusó a sus hijos de participar en el asesinato de la esposa de Samuel en 1990, antes de que un violador en libertad condicional confesara el crimen.
L.S. declaró a Forbes en 1994 que Joe era un enfermo mental. Más tarde, en 1999, el patriarca se quitó la vida. El último de los litigios concluyó en 2012. Tanto Joe como su hermano Mark poseen cada uno una quinta parte de la empresa matriz U-Haul, Amerco, donde Joe es presidente y director.