Iberdrola ha creado Iberdrola Deutschland, que combinará todas las actividades de negocio de la compañía española en Alemania, y ha nombrado consejero delegado de esta nueva filial a Felipe Montero.
Desde esta nueva posición, el directivo será el encargado de llevar a cabo los «ambiciosos» planes de crecimiento de la energética en el país germano, así como de integrar todas sus actividades, según ha informado la compañía.
Iberdrola Deutschland, filial participada al 100% con sede en Berlín, tendrá como principal línea de negocio la explotación de grandes activos de energías renovables y la prestación de servicios de transición energética a empresas.
A través de sus divisiones Offshore y Onshore, la compañía dirige la planificación, construcción y explotación de parques eólicos marinos y terrestres, así como de plantas solares fotovoltaicas.
Con este último nombramiento, Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, da otro paso en la configuración de una nueva cúpula directiva en la compañía basada en un sistema propio de consejeros delegados múltiples.
Consejo de administración de Iberdrola
El pasado mes de julio, la multinacional nombraba a Mario Ruiz-Tagle nuevo consejero delegado de Iberdrola España; mientras que unos meses antes, en marzo, Galán designaba a Pedro Azagra nuevo CEO de Avangrid, la filial de Iberdrola en Estados Unidos.
Al mando de la filial en Reino Unido, denominada Scottish Power, está Keith Anderson; en Brasil cuenta con Eduardo Capelastegui y en México con Enrique Alba.
Bajo el paraguas de Iberdrola Ener Internacional, además de la recién estrenada filial alemana, se encuentran Francia, con Emmanuel Rollin al frente, y Australia, con Ross Rolfe.
Mayor dinamismo
Galán está siguiendo un modelo que, según Expansión, pasa por nombrar un CEO en cada país que es estratégico para el grupo o que lo puede ser en el futuro. El objetivo, explican fuentes cercanas al medio económico, es “unificar” la estrategia de la compañía en cuanto a “crecimiento” y “coordinar” los distintos negocios.
Al margen de esta visión, este modelo permite mayor dinamismo de cada filial y también que a cada consejero delegado se le exija responsabilidad total en la cuenta de resultados de cada sociedad, lo que también facilita una competición interna basada en la meritocracia.
Cada CEO reporta, según el organigrama de Iberdrola, al consejo de administración propio de cada filial. Azagra y Capelastegui, además, tienen “autonomía reforzada”, según ese organigrama interno.
Por otro lado, todos los CEO regionales dependen orgánicamente de Armando Martínez, que fue nombrado CEO del grupo el pasado mes de octubre, un hecho histórico, ya que era la primera vez que Galán nombraba un consejero delegado tras 22 años dirigiendo la multinacional.