Renovarse o renovarse. La pandemia ha traído consigo muchos aprendizajes, y uno de los más importantes ha sido el saber adaptarse a las circunstancias.
Cuando en marzo de 2020 se decretó en España el confinamiento, muchas empresas se vieron obligadas a echar el cierre, al menos temporalmente. Fue entonces cuando tuvieron que tomar decisiones rápidas, aunque quizás no seguras, para poder seguir a flote.
Muchas iniciativas surgieron para dar fuerza al pequeño comercio. Y otras tantas se vieron impulsadas. Una de ellas fue Shop Small, de American Express. Esta campaña integral –tiene que ver con el mundo digital pero también con el mundo físico– nació en Estados Unidos hace más de diez años y desde entonces se ha ido extendiendo a diferentes países. Sin embargo, fue en 2020 con la pandemia cuando la necesidad de apoyar a los pequeños comerciantes cobró vida en nuevos mercados como el español.
“Shop Small trata de generar valor, ventas, tráfico, notoriedad y visibilidad al pequeño comercio. Para ello, utilizamos nuestros activos, tanto digitales como físicos, con el fin de derivar tráfico a estos negocios. Es una campaña dirigida a los titulares de las tarjetas y a comercios con la que tratamos de impulsar la importancia que tiene este sector en nuestras economías”, explica Juan Ortí, CEO de American Express España.
Los resultados de Shop Small “han sido espectaculares”, subraya el directivo. Tanto es así que la inversión global –la campaña está activa en 18 países– de American Express en el proyecto en 2020 ascendió a 200 millones de dólares (unos 169 millones de euros). Por ello, desde la compañía continuarán apostando por esta iniciativa durante los próximos años.
Mercadona también ha sido pionera en proyectos cuyo objetivo es poner de relevancia el importante papel que juega el pequeño comercio en España. Paula Llop, coordinadora de la iniciativa #EActíVate (una iniciativa que nació para apoyar a las empresas e impulsar la actividad económica) y directora de RSC y Relaciones Empresariales Mercadona
“Este proyecto se inició a los pocos días de activarse el estado de alarma bajo el nombre #EstoNOtienequePARAR, impulsado por los proveedores de la marca. Más tarde se fueron sumando empresas de todos los sectores y tamaños, emprendedores, autónomos y trabajadores que no estaban parando, estaban reinventándose e innovando. Queríamos dar visibilidad a todo lo que estaban haciendo en unos momentos tan duros”, puntualiza Llop.
Con la desescalada, apunta la directiva, esta iniciativa evolucionó a #EActívate, de la que ya forman parte más de 5.500 empresas entre las que se encuentra American Express. “Tenemos un gran tejido empresarial. Contamos con empresas de todos sectores que se han reinventado y adaptado su actividad para poder aportar su granito de arena cuando la sociedad lo necesitaba. Gracias al trabajo y esfuerzo de todas las empresas la economía se ha reactivado tras la pandemia”, asegura Llop
Trabajando por un consumidor satisfecho
Ortí y Llop, junto a Irene Cano, directora general de Facebook Iberia, y Javier Vello, chief transformation officer y socio responsable del sector de Distribución y Gran Consumo de EY, han defendido la gran importancia de la digitalización en el pequeño comercio para darse a conocer y poder hacer llegar sus productos a los consumidores de cualquier parte del mundo.
En este sentido, el CEO de American Express España subraya que es fundamental que la experiencia de compra sea segura, especialmente en los métodos de pago, que se ha tenido que adaptar a esta nueva situación.
La pandemia ha obligado a tener en cuenta nuevos factores para evitar contagios. Esto, impulsado por las autoridades que han intentado concienciar a la población y los propios comercios que han fomentado los pagos más seguros, ha hecho que el uso del efectivo haya disminuido un 17% en 2020. Esta caída ha llevado a que se fomenten otros métodos de pago entre los consumidores como son el contactless y los pagos por móvil.
Antes del covid-19, “una parte de los consumidores no compraba digitalmente por miedo. Ahora, han aparecido muchos nuevos clientes que se van a quedar. Además, el confinamiento ha hecho que muchos de los consumidores se replanteen su forma de consumir”, explica Vello.
Internet, la puerta para darse a conocer
La pandemia ha traído consigo la necesidad de digitalizarse para llegar a un público mayor. Es el caso de las empresas que han puesto en marcha su propia web o que han dado un giro a su negocio. Como ejemplo, Llop recuerda el caso de una librería madrileña: su dueña «empezó a recomendar libros a través de vídeos, lo que impulsó sus ventas. No tenía servicio de reparto a domicilio, por lo que ella misma los entregaba con su bicicleta como medio de transporte».
Por su parte, Javier Vello subraya que el WhatsApp ha sido una vía de contacto fundamental entre empresario y consumidor. “Un proveedor de fruta y verdura contactó con los colegios de la zona para que hicieran de intermediarios entre su negocio y los padres de los alumnos”.
Para el socio responsable del sector de Distribución y Gran Consumo de EY, con la pandemia se han cambiado hasta las formas de pago –subraya la fórmula de ‘te lo mando y ya me lo pagarás’– y se han recuperado algunas prácticas comerciales de hace años en las que se ha aplicado la tecnología.
Irene Cano cree que los pequeños comercios “no solo buscan nuevas iniciativas para crecer, también para sobrevivir”. La directora general de Facebook Iberia asegura que los comercios “han conseguido un público objetivo que a su tienda nunca hubiera llegado si no es por las redes sociales”.
La directiva asegura que la digitalización “permite medir en tiempo real y optimizar el resultado de la inversión”.
En definitiva, Ortí cree que es fundamental que tanto el sector público como el privado apoyen a este segmento: “Hemos visto ejemplos clarísimos donde los activos de reinvención, trabajo y creatividad por parte del pequeño comercio son relevantes, por lo que si añadimos apoyo a través de plataformas, compañías e instituciones podremos dar con una fórmula ganadora que permita, junto a otros factores que se están dando incluso desde Europa, tener una economía más competitiva, más digital, más sostenible y que nos facilite y nos mejore la vida a todos”.