Que el mercado del CBD está en pleno auge no es un secreto para nadie. No hace falta más que salir a la calle y ver la cantidad de tiendas que comercializan productos de CBD. 

También las grandes firmas de cosmética se han apuntado a esta tendencia y han lanzado al mercado sus propios productos. Desde NYX Cosmetics, L’oreal o Estée Lauder hasta Loewe, que ha ido un paso más allá con su vela perfumada con esencia de marihuana.

Tampoco las grandes estrellas han querido dejar pasar la oportunidad de invertir en un mercado que mueve millones de dólares al año. Famosos como Mike Tyson, Whoopi Goldberg o el marido de Beyoncé, Jay-Z, se han visto atraídos por el potencial de este negocio. David Beckham, por ejemplo, adquirió el 5% de Cellular Goods por 250.000 libras. Ahora está valorado en 5,5 millones de euros.

Pero, antes de indagar más en el mercado del CBD, vayamos al principio: 

¿Qué es el CBD?

El CBD (cannabidiol) es uno de los 113 compuestos activos, llamados cannabinoides, que se encuentran en la planta del cáñamo y se usa para reducir la ansiedad, el dolor y los problemas de sueño, entre otros factores. 

El punto fuerte de este cannabinoide es que no es psicoactivo, no genera adicción y no genera dependencia. Tal y como confirmó el Observatorio Español de Cannabis Medicinal, “cada vez hay más estudios que van avalando las propiedades de este compuesto, que ejerce mediante mecanismos alternativos, efectos antiinflamatorios, anticonvulsivantes y ansiolíticos, además de impedir algunos efectos psicoactivos no deseados”.

Michael J. Fox, el actor de “Regreso al futuro”, ha explicado en numerosas ocasiones las dificultades por las que ha pasado a la hora de ponerse delante de una cámara después de que le diagnosticaran Parkinson con tan solo 29 años. Quizá por eso su frase “si algo me ha demostrado el CBD es que siempre hay esperanza. Incluso para los que no la tienen”, cobra más relevancia que nunca.

El mercado del CBD cuenta con inversores tan conocidos como Mike Tyson, Whoopi Goldberg, Jay-Z o David Beckham

¿Y entonces por qué genera tanta controversia?

La respuesta, en realidad, es bastante sencilla: entre los científicos se destacaría que no hay suficientes estudios para afirmar rotundamente las propiedades del CBD. Entre los ciudadanos de a pie, existe desconocimiento. Y he aquí uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las empresas de CBD en España.

Juan Cortázar, fundador de Upani (según afirmó un conocido programa de televisión nacional, uno de los mejores aceites de CBD de todo el mercado, según las valoraciones de los consumidores), afirma que “uno de los grandes obstáculos” con los que se ha enfrentado es precisamente “hacer ver a la gente la diferencia entre CBD y THC”, el cannabinoide que sí ‘coloca’ de la planta.

Sin embargo, a punto de cumplir dos años en el mercado y afianzarse como una de las marcas referentes en España, asegura que queda un gran mercado por delante. El éxito de empresas como Upani es una potente estrategia de marca y de negocio.

Un negocio legal con un enorme horizonte de negocio 

El CBD, en contra de lo que muchas personas piensan, es un negocio legal en muchos países del mundo, entre los que se encuentra España.

En 2020, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) avaló su comercialización, aclarando que no se puede prohibir comercializar el CBD si ha sido legalmente fabricado y comercializado en otros Estados miembros. 

Es decir, hoy en día las autoridades españolas no se pueden oponer a la comercialización del CBD como suplemento alimenticio si este ha sido elaborado y puesto legalmente en el mercado de un país de la Unión Europea.

El mercado del CBD mueve más de 2.000 millones de dólares en Estados Unidos y, tal y como afirma la consultora especializada en cannabis, BDSA, se estima alcanzar los 20.000 millones en 2025. En el año 2018, en Europa, ya movía 287 millones de euros y se estima que crecerá más del 400% para 2023.