Oleg Tinkov se convirtió en uno de los hombres más ricos de Rusia tras pasar de vender cerveza y albóndigas a sacar a bolsa su banco digital Tinkoff. Las acciones de la entidad financiera se desplomaron más de un 90% desde el inicio del asalto de Rusia a Ucrania. Su fortuna ha caído más de 5.000 millones de dólares (4.515,65 millones de euros) en menos de un mes, y el martes perdió su condición de multimillonario.
Tinkov es uno de los diez antiguos multimillonarios rusos que han abandonado el club de las tres comas como consecuencia del desplome de las acciones rusas, y de que el rublo haya alcanzado mínimos históricos frente al dólar, en medio de las sanciones y el creciente aislamiento de Rusia por parte de Occidente. Otro descenso notable es el de Arkady Volozh, director general y fundador del motor de búsqueda ruso Yandex.
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FORBES estima que el patrimonio neto de Tinkov se ha reducido a unos 800 millones de dólares (722,5 millones de euros). Ello se debe a que una parte importante de su patrimonio está ligado a la versión rusa de Capital One, Tinkoff Bank, cuya capitalización bursátil pasó de un máximo de 23.000 millones de dólares (20.769,8 millones de euros) en noviembre a poco más de 1.000 millones (903 millones de euros) este martes.
Mientras la Bolsa de Moscú está cerrada, el Tinkoff Bank y otras empresas rusas que también cotizan en Londres han visto cómo se hundían los precios de sus acciones. Las acciones de Lukoil, el mayor productor independiente de petróleo de Rusia, fundado por el multimillonario Vagit Alekperov, también se han desplomado casi un 93%.
Problemas pre-conflicto
Incluso antes de la invasión rusa de Ucrania y de las sanciones contra los bancos rusos, Tinkov tenía muchos problemas. El hijo de un minero del carbón siberiano, que puso en marcha el banco Tinkoff en 2006, fue detenido en Londres en marzo de 2020 por un cargo de evasión de impuestos federales en Estados Unidos. Tinkov pagó 509 millones de dólares (459 millones de euros) para resolver el caso con el Departamento de Justicia de EE UU en octubre de 2021. Un mes después de su detención, el empresario ruso anunció que dejaría de ser presidente de Tinkoff Bank en abril de 2020 tras revelar que le habían diagnosticado leucemia aguda.
Aunque su fortuna se ha reducido, el exmillonario sigue siendo propietario de la colección La Dacha, de villas de lujo en Baja California y de chalets de esquí en los Alpes franceses, así como de un Dassault Falcon 7X, aunque todos los aviones rusos están ahora prohibidos en el espacio aéreo británico y europeo.
Tinkov, que en su día presumió ante el Financial Times de sus conexiones con Vladimir Putin, presidente de Rusia, es uno de los pocos superricos rusos que han hablado sobre la guerra. Dijo que durante su enfermedad tuvo la oportunidad de ver lo frágil que es la vida humana y pidió el fin de la «operación especial» en Ucrania. «En Ucrania están muriendo personas inocentes ahora, todos los días, ¡esto es impensable e inaceptable! Los Estados deberían gastar el dinero en el tratamiento de las personas, en la investigación para vencer el cáncer, y no en la guerra», escribió.