Los multimillonarios han sostenido el mercado mundial de artículos de lujo este año a pesar de la incertidumbre económica y política global, y han desplazado su gasto de los artículos de lujo tradicionales hacia experiencias de alta gama, como vacaciones y cenas de lujo, según muestra un nuevo informe.
El gasto mundial en el sector del lujo alcanzará los 1,66 billones de dólares a finales de año, según un estudio de Bain & Company y Altaggamma, una cifra similar a la del año pasado a pesar de la reducción de la base de clientes y del menor gasto de los compradores denominados «aspiracionales», es decir, aquellos con un patrimonio neto inferior.
En lo que va de año se ha producido un «cambio tectónico» en el gasto en artículos de lujo, ya que los compradores se gastan el dinero en experiencias como cruceros de lujo, estancias en hoteles de alta gama, yates, jets privados y restaurantes de lujo, y gastan menos en los ámbitos tradicionales de los coches de lujo, las obras de arte y los artículos de cuero.
El gasto en cruceros de lujo aumentó un 12 % este año con respecto a 2024 a un tipo de cambio constante, según el informe, mientras que el gasto en jets privados y yates aumentó un 11 %, la restauración de lujo un 7 % y la hostelería de lujo un 7 %.
Por el contrario, el gasto en artículos de lujo personales se ha mantenido estable, el gasto en coches de lujo ha bajado un 4 % y el gasto en obras de arte ha bajado un 7 %.
En general, la base de consumidores del mercado del lujo se ha reducido a unos 340 millones de compradores en 2025, frente a los 400 millones de 2022, pero los «grandes gastadores» siguen apareciendo y representan casi la mitad del mercado.
A qué hay que prestar atención
Aunque el mercado de los artículos de lujo personales se mantiene estable, Bain y Altagamma advierten de que el sector se enfrenta a un «momento de la verdad» debido a la incertidumbre económica y geopolítica.
Según el informe, las ventas de relojes, afectadas por los elevados aranceles impuestos a Suiza, están impulsando el mercado de segunda mano, mientras que los artículos de cuero se tambalean sin que aparezca ningún bolso «estrella» que impulse las ventas. La joyería y las gafas lideran el crecimiento, pero las ventas de calzado, productos para el cuidado de la piel y maquillaje están sufriendo.
«Este es el momento de la verdad para el sector del lujo: crecer a través de la ética, la inclusividad y la autenticidad, o retroceder hacia el elitismo», afirmó Claudia D’Arpizio, directora del área de artículos de lujo de Bain & Company, en un comunicado.
El conglomerado francés de artículos de lujo LVMH, propietario de marcas como Tiffany & Co. Louis Vuitton, Hennessy, Dom Perignon y otras, no registró crecimiento este año hasta el tercer trimestre. Según la empresa, la mayor parte del año se vio lastrada por los aranceles y otras perturbaciones económicas, pero el crecimiento orgánico volvió en el tercer trimestre con un 1 % interanual.
Dato sorprendente
A pesar del descenso en las ventas de obras de arte, que cayeron un 12 % entre 2023 y 2024, varias subastas de alto valor han superado las expectativas esta semana. El «Retrato de Elisabeth Lederer», de Gustav Klimt, uno de los dos únicos retratos de Klimt que quedan en manos privadas, se vendió por 236,3 millones de dólares como parte de la colección personal del difunto multimillonario de los cosméticos Leonard Lauder, superando con creces su estimación de 150 millones de dólares. Una pintura abstracta de Mark Rothko se vendió el lunes por 62,1 millones de dólares, por encima de su precio estimado de 50 millones, y «Blumenwiese» («Prado en flor») de Gustav Klimt se vendió por 86 millones de dólares (estimación: 80 millones). Sotheby’s también vendió un famoso inodoro de oro macizo que en su día se le ofreció al presidente Donald Trump por 12 millones de dólares.
