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Las muñecas se tiñen de los colores de Le Corbusier

Existe un idilio entre la relojera Rado, propiedad del grupo suizo Swatch, y la cerámica, un material en el que los responsables de la firma encuentran todo lo que buscan: durabilidad, belleza y comodidad, pues es ligera y se adapta a la temperatura de la muñeca. La que emplean desde hace tres décadas (hasta entonces, la cerámica se utilizaba en otras industrias como la aeronáutica y la medicina, pero no en relojería) es de alta tecnología. Es un componente que ya forma parte, junto con la innovación y el diseño, de su ADN de marca.

En sus novedades de producto para 2020, que Rado acaba de presentar en Madrid, vuelven a estar presentes estos tres elementos. De todas sus colecciones (Hyperchrome, DiaMaster, Ceramica, Centrix y Coupole, entre otras), este año la compañía ha decidido reforzar tres: Captain Cook, Tradition, True y True Thinline. Esta última es la que ofrece una de las primicias más interesantes: la línea de ediciones limitadas True Thinline Les Couleurs Le Corbusier. Aunque aparentemente sencilla, es llamativa por sus originales tonos y por la dificultad que requiere reproducir de manera uniforme en el reloj los colores en la cerámica mate con la que está fabricado íntegramente.

Esta línea de piezas en nueve tonos es un tributo a Le Corbusier y a su influencia en el uso del color en la arquitectura. Fue el francosuizo quien inventó la arquitectura policromática, que recoge 63 colores que contribuyen a generar una sensación de espacio y profundidad y que producen un impacto fisiológico y psicológico en el espectador. Los colores están clasificados en nueve grupos de diferentes matices y tonos, y son los que ha elegido Rado para sus relojes: blanco crema, gris hierro, azul ultramar, amarillo sol, rosa luminoso, naranja intense, verde inglés claro, siena claro y marrón grisáceo.

Solo se han producido 999 piezas por cada color, a un precio cada una de 2.050 euros. En su tapa trasera de titanio de la caja monobloque, estos relojes presentan un diseño impreso digitalmente sobre el cristal que incluye los 63 colores. Además, todas las referencias incorporan un mecanismo de cuarzo.

“La valoración de la relojería está en auge”

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