El dinero del futuro se mueve hoy. Según el informe Pension Markets in Focus 2024 de la OCDE, los fondos de pensiones gestionan más de 57 billones de dólares a nivel mundial, una cifra que equivale al 65% del PIB global. Aunque en 2023 estos activos crecieron un 10% impulsados por la recuperación de los mercados financieros, la realidad es que no todos los sistemas de pensiones han logrado dejar atrás el impacto de 2022, el peor año desde la crisis financiera mundial.
Estados Unidos se lleva la mayor parte del pastel, con 40 billones de dólares, es decir, casi el 70% del total global. A mucha distancia le siguen el Reino Unido, Australia y Canadá, mientras que países como España apenas representan un 0,1% del mercado mundial. Pero el dinero no conoce fronteras, y los fondos de pensiones están adaptando sus estrategias para enfrentarse a una economía cada vez más globalizada, volátil, con más inflación e importantes cambios demográficos. ¿Cómo lo hacen? Apostando por nuevas tendencias de inversión y buscando sectores con gran potencial de crecimiento.
Un cambio en la estrategia global hacia el private equity
La manera en que invierten los fondos de pensiones está cambiando de forma significativa. Según la Encuesta Global de Perspectivas de Inversión de Schroders, los grandes gestores de estos fondos están mirando más allá de los activos tradicionales. Private equity, deuda privada, infraestructuras renovables y la transición energética están en el centro de sus carteras.
Por ejemplo, un 51% de los responsables encuestados apuesta por la deuda privada, mientras que el 49% lo hace por el private equity, un tipo de inversión que ofrece oportunidades de rentabilidad elevadas a largo plazo. Además, cerca del 93% de los fondos de pensiones ya invierten o tienen previsto invertir en la transición energética, una tendencia en auge que surge de la necesidad de descarbonización y de alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos.
Por otro lado, la renta variable global ha ganado peso en las carteras, con más del 55% de los fondos decididos a ampliar sus asignaciones en los próximos años. La revolución tecnológica, el crecimiento de los mercados emergentes y la posibilidad de acceder a sectores con mayor dinamismo han dado una nueva relevancia a la gestión activa. De acuerdo con Schroders, el objetivo es obtener rendimientos superiores al mercado gracias a la experiencia de gestores especializados capaces de adaptarse a cualquier escenario.
Transformación de los fondos de pensiones en España
En España, los fondos de pensiones están viviendo una transformación silenciosa pero decisiva. El patrimonio gestionado por estos vehículos ha crecido un 2,1% hasta alcanzar los 125.000 millones de euros, impulsado en gran parte por la recuperación de los mercados financieros. Sin embargo, aquí todavía existe un fuerte sesgo nacional en la inversión, ya que los gestores prefieren bonos y acciones domésticos en lugar de diversificar hacia mercados internacionales con mayores oportunidades de rentabilidad.
Este sesgo puede tener consecuencias negativas. Una elevada concentración en el mercado local no solo limita el crecimiento, sino que incrementa la exposición a crisis económicas nacionales.
Por otro lado, las rentabilidades de los planes de pensiones en España también reflejan grandes diferencias. Los planes de renta variable han sido los grandes protagonistas, con una rentabilidad media del 19,1% en el último año, muy por encima de las otras categorías. En el largo plazo, los planes mixtos y de renta variable siguen ofreciendo los mejores resultados, mientras que los garantizados y los de renta fija luchan por recuperarse de pérdidas recientes.
Aspectos para elegir un buen plan de pensiones
Con el cambio que se avecina en enero, elegir el plan de pensiones adecuado nunca ha sido tan importante. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta?La respuesta está en el perfil de riesgo, el horizonte temporal y, sobre todo, las comisiones. Si algo ha demostrado la rentabilidad histórica de estos productos, es que, a largo plazo, los planes de renta variable y renta variable mixta son los que mejores resultados ofrecen.
Por ejemplo, un inversor joven con un horizonte de 30 años debería optar por planes más agresivos que aprovechen el crecimiento del mercado global. Por el contrario, aquellos cercanos a la jubilación deberían priorizar la estabilidad de los planes de renta fija o garantizados. Además, evitar tomar decisiones basadas en bonificaciones o regalos ofrecidos por entidades financieras es clave, ya que una mala gestión a largo plazo puede costar mucho más que cualquier incentivo inicial.
El cambio que llega en España en enero de 2025
Aquí viene el dato que lo cambia todo. A partir del 1 de enero de 2025, los inversores podrán empezar a recuperar las aportaciones realizadas a los planes de pensiones con más de diez años de antigüedad. Esto significa que todas las aportaciones hechas antes del 31 de diciembre de 2015 podrán ser rescatadas a partir del próximo año, junto con los rendimientos generados.
Este cambio, que se extenderá de forma progresiva año a año, supone un gran incentivo para aquellos que buscan liquidez sin renunciar a las ventajas fiscales de estos productos. Y es que, aunque el límite de aportación desgravable sigue fijado en 1.500 euros anuales, la posibilidad de rescatar el dinero con mayor flexibilidad añade un atractivo adicional para los inversores.