Dicen que cumplir 30 años es vital para determinar el camino profesional a seguir, consolidando aspectos importantes y tomando decisiones significativas para el mismo. Este año, el festival Sónar cumple 31 años, y lejos de quedarse en lo establecido continúa evolucionando y reinventándose para ofrecer experiencias culturales diversas e inclusivas.
Fue en 1994 cuando Sven Väth y Laurent Garnier, (que se presentaron al mundo como Transglobal Underground) introdujeron en España su fusión techno con sonidos étnicos. En 1999, Richie Hawtin demostró un dominio máximo del hard techno y vaticinó, con varios años de antelación, el auge del minimalismo.
La islandesa Björk, en 2003, manifestó su habilidad con un nuevo instrumento electrónico catalán llamado Reactable, desarrollado por la la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Un desconocido Kanye West deleitó al público catalán junto a De La Soul en 2005.
La neoyorquina Lana del Rey, hoy con más de 17 millones de seguidores en sus redes, se presenta en el Sónar del 2012 con su primer concierto en Europa.
En 2015, Asap Rocky y en 2018, Rosalía tuvieron el privilegio de marcar la pauta, demostrando el constante impulso del festival por destacar artistas emergentes y tendencias innovadoras. En 2019 el reguetón ya no era un género denostado, y Bad Bunny era su máxima eminencia. La pandemia obligó a hacer una pausa en 2020, pero el Sónar volvió reforzando su compromiso con la diversidad musical gracias a artistas como The Blessed Madonna o Rusowsky.
Hoy, a sus 31 años, Sónar no solo celebra su legado, sino que también mira hacia el futuro, adaptándose y explorando nuevas fronteras sonoras. El festival sigue siendo un faro de innovación, mostrando cómo la música y la cultura pueden trascender límites y unir a personas de todo el mundo en una celebración única de creatividad y diversidad.
Hablamos con Ventura Barba, (52, Barcelona) Consejero Delegado y socio de Advanced Music, empresa que se encuentra detrás de este legendario festival que se ha expandido a 65 ciudades de todo el mundo.
El Sónar se creó como un espacio común en el que las diferentes familias de la electrónica, que se encontraban en nichos muy pequeños, pudieran encontrarse. ¿Qué os diferencia del resto de festivales de electrónica que actúan con el mismo late motiv?
Sónar es un evento único en formato y contenidos. Mantiene esa esencia 30 años después, actualizada y ampliada con talento que proviene de muchas fuentes, tanto en lo musical como en los ámbitos de la creatividad digital, la ciencia o la innovación tecnológica.
En cada edición hacemos especial hincapié en nuestro compromiso con el talento y la creación local que revalida, año tras año, nuestra categoría de espacio o de casa común en la que descubrir novedades, compartir experiencias e interactuar entre creadores de naturaleza muy diversa. A lo largo de estos años hemos propiciado de alguna manera la creación de un ecosistema que ahora es mucho mayor. No competimos en el modelo de propuesta. En todo caso, podemos competir en captar la atención en un entorno digital saturado de inputs.
¿Cuáles son tus funciones a la hora de desarrollar el festival?
Sónar y todo lo que ocurre en Barcelona en la ‘Sónar Week’ es un proyecto muy amplio y complejo a muchos niveles. Para organizarlo se necesita un equipo de personas expertas en muchos ámbitos que trabajan con una antelación de más de 12 meses. Yo tengo la responsabilidad, junto al equipo directivo de Sónar así como con Enric Palau, Sergi Caballero y Ricard Robles (co-fundadores de Sónar), de asegurarme que todos los miembros del equipo tienen el foco adecuado y las herramientas necesarias para hacer de cada edición de Sónar y la Sónar Week el mejor evento de cultura digital y música electrónica del mundo.
Cumples 15 años al frente de Advanced Music y el Festival Sónar. ¿Qué ha sido lo más gratificante de tu trayectoria en la industria musical?
En 2009 tuve la enorme fortuna de que los fundadores de Sónar me invitaran a unirme a su proyecto. En todo este tiempo me siento profundamente satisfecho de haber podido ayudar a profesionalizar este sector y a que personas, colectivos y empresas creativas tengan ahora un camino más fácil para poder vivir de sus creaciones intelectuales.
¿Y lo más decepcionante?
Sin lugar a dudas el período de la pandemia. Estuvimos dos años seguidos, 2020 y 2021 sin poder realizar Sónar. Fue una época devastadora para todo el sector de la música en directo que supuso un perjuicio económico para las empresas e incluso problemas de salud mental para las personas. Lo único positivo fue que tras la pandemia el sector del directo quedó totalmente validado como experiencia vital para la sociedad. Nosotros además durante esos años 2020 y 2021 pudimos profundizar en áreas de Sónar+D como la Inteligencia Artificial o las experiencias inmersivas que se han convertido en cruciales a partir de 2022.
Habéis conseguido sostener un modelo en el que cada tribu urbana que acude al Sónar disfruta a su manera pero en el que también se disfruta en comunidad ¿Dónde reside el secreto?
No es precisamente un secreto. Ese sentimiento de comunidad existe y es un rasgo muy destacado del carácter del festival. Nuestros públicos se mezclan y lo hacen con la misma naturalidad con la que conviven nuestras propuestas en el programa. Hay una fórmula básica que nos guía desde los inicios: pensar los contenidos en base a criterios de calidad, representatividad y actualidad. Y sin duda ese esmero es altamente valorado por nuestra audiencia. Visitan Sónar con el ánimo de celebrar y también de descubrir. Nuestra misión no es proporcionar necesariamente aquello que esperan, sinó contribuir a descubrir aquello que quizás desconocen.
Sónar no solo es un festival de música, sino también un congreso de creatividad, tecnología y empresa con Sónar+D. ¿Cómo ves la intersección entre estas disciplinas?
Sónar es una de las organizaciones más veteranas y respetadas a nivel global trazando las relaciones entre tecnologías, investigación, creación, experimentación artística e innovación cultural. Y, más importante aún, es uno de los puntos de encuentro más importantes de sus distintas comunidades, que encuentran en el festival un hub, y un punto de cruce imprescindible para una cultura que desborda los límites entre disciplinas, sectores e industrias.
Sónar es uno de los eventos clave en el continente que apuestan por un modelo de innovación integrado que resalta las relaciones entre las artes, la investigación, y el desarrollo científico y tecnológico. Este modelo de innovación europeo es una apuesta diferenciadora frente a los modelos norteamericanos y chinos. Todo ello responde a esa voluntad que mencionamos de ser casa común de mentes inquietas, un punto de encuentro para las ideas que configuran el presente y determinarán el futuro.
Muchos de los artistas más innovadores tienen una relación natural con la tecnología, son la extensión de su talento, y muchos de los tecnólogos de hoy en día abordan su trabajo como un reto creativo, sea en el marco de una empresa o de un centro de investigación. No solo nos gusta favorecer esa intersección, sino que nos parece un modelo de innovación más rico y de mayor alcance e impacto. Cuando un investigador del BSC como Joan Llort decide compartir su trabajo diario con los datos en forma de instalación audiovisual en un entorno como el Pabellón Mies van der Rohe, estamos creando un modelo de transmisión de conocimiento capaz de llegar a más gente.
Las seis promotoras de festivales de música más importantes de España, Advanced Music, Bring The Noise, Centris, elrow, The Music Republic y Sharemusic!, han llegado a un acuerdo de patrocinio estratégico con Repsol para impulsar conjuntamente soluciones multienergía que ayuden a reducir la huella de CO2. ¿En qué consiste esta colaboración?
Repsol ha participado en Sónar Lisboa 2024 como partner de Multienergía. SonarVillage by Repsol fue el primer escenario sostenible, funcionado íntegramente con combustibles renovables, reduciendo la huella de carbono del festival.
La oferta de Sónar Week más allá de los recintos del festival no acaba aquí. Este año Sónar y Casa Batlló anuncian el estreno de THE CUBE, que combina música electrónica y arte digital en un espacio único de 360 grados situado en el emblemático edificio Gaudí. ¿En qué consiste esta experiencia?
Sónar extiende cada año su actividad por toda Barcelona para convertir a la ciudad en la capital mundial de la música electrónica y la cultura digital. En esta línea comisarial, Sónar ha unido fuerzas con otro icono cultural de Barcelona, Casa Batlló, para ofrecer experiencias audiovisuales espectaculares que aúnan música y arte digital en una sala inmersiva única en el mundo: THE CUBE. Situado en el sótano de la emblemática casa barcelonesa, THE CUBE estará presentando ‘Music:Response’, una nueva obra protagonizada por la música de The Chemical Brothers y el imaginario visual de sus conciertos, creado por los diseñadores digitales Adam Smith y Marcus Lyall. ‘Music:Response’ podrá visitarse desde su inauguración hasta finales de julio.
Fuisteis pioneros en plantar una semilla en Barcelona a la hora sentaros con las instituciones, ¿cómo han cambiado las cosas desde entonces?
Siempre hemos cuidado nuestras relaciones con todas las instituciones, independientemente de la época o del signo político. Tenemos conciencia de que nuestro proyecto tiene un impacto cultural y social, además del económico, y la colaboración público-privada es una fórmula en la que creemos firmemente para modular y ampliar ese impacto.
Con la expansión internacional de Sónar a 35 ciudades, ¿qué desafíos has encontrado al llevar el festival a diferentes partes del mundo?
El principal desafío es trascender el modelo de franquicia e intentar crear una propuesta cultural que tenga arraigo en el territorio de destino. Es fundamental para nosotros que el talento y la industria local tengan un rol relevante en ese festival, mucho más que intentar clonar la experiencia de Barcelona, aunque sin perderla de vista nunca ya que ese es el referente. Con estas experiencias internacionales creamos puentes de ida y vuelta entre Barcelona y esas ciudades, puentes en los que artistas y otras propuestas de creatividad tecnológica desarrollan su trabajo.
Después de tres décadas y más de 100 ediciones en todo el mundo desde su nacimiento, Sónar sigue desdibujando los límites del festival y forjando conexiones entre público, géneros y disciplinas creativas. Nos encantan los retos y concebir ediciones especiales de Sónar en más de 20 países en las últimas dos décadas ha sido para nosotros un modo de establecer radares sonoros y finalmente puentes con escenas musicales locales en todos los rincones del mundo.
¿Qué importancia tiene la lA con esta edición del Sónar?
Como siempre, la IA tendrá una gran importancia. En Sónar llevamos casi una década debatiendo y mostrando todas las innovaciones de la inteligencia artificial aplicada a la creatividad. Este año, nuestro encuentro de innovación y creatividad digital abordará la implementación masiva de la IA en las industrias creativas y cómo esta determina su presente y futuro. Desde el momento en el que arranque la conferencia inaugural ‘Generating Panic?’, se analizarán los peligros y las dudas que el uso de la IA está generando en el mundo del arte y la creatividad, con una serie de foros de debate, charlas y performances que contarán con artistas como Marta Verde o Nicole L’Huillier, la investigadora Sasha Costanza-Chock (presentada por SEIDOR), la abogamer Micaela Mantegna, miembros de empresas como Superblue o Moment Factory y comisarios de programas divulgativos como TED, The Conference, OFFF o A MAZE., entre muchas otras propuestas.
Esta 12ª edición de Sónar+D pretende escuchar, ver y entender cómo diferentes actores se están adaptando a la nueva realidad de las industrias creativas, con el uso generalizado de la Inteligencia Artificial, el imperativo económico del capitalismo de plataformas y las nuevas fronteras que se abren con el entretenimiento inmersivo y la realidad aumentada situados en el centro de nuestras vidas. El jueves 13 de junio, el público podrá entender las principales dudas y peligros de los usos que se están haciendo de la IA en la música y el arte en la conferencia inaugural ‘Generating Panic?’. Ya el viernes, Sónar+D abrirá el debate sobre las experiencias inmersivas en el foro ‘What’s Immersive Anyway?’, antes de que la abogamer Micaela Mantegna se adentre en el complejo mundo de la IA generativa y el copyright. Se abordará también la IA desde la ficción y el pensamiento crítico con los escritores Tim Maughan y Joanne McNeil, así como el mundo de la moda digital, en un panel presentado por Vogue Business en el que destaca la famosa directora de arte Isabelita Virtual.
Además, este año el programa AI & Music powered by S+T+ARTS presentará en Sónar de Día una serie de actuaciones y charlas que tienen a la IA en el centro de la performance musical. Además del show ‘Models’ de Lee Gamble, por el escenario pasarán la poderosísima artista de pop transversal Sevdaliza, junto a otros como Rob Clouth o Myriam Bleau & Nien Tzu Weng. El programa también contará con un ‘AI Performance Playground Hacklab’, dirigido por Peter Kirn y Cibelle Cavalli Bastos, que contará con 12 participantes seleccionados previamente mediante convocatoria.
La 31ª edición del Sónar promete ser impresionante, con colaboraciones innovadoras y espacios inmersivos. ¿Qué novedades destacas para este año?
En términos específicos de inmersividad, además de la ya mencionada experiencia THE CUBE en Casa Batlló, podríamos destacar:
La gran colaboración y nueva alianza con Printworks London en el nuevo escenario SonarLab x Printworks, que trasladará a España por primera vez las famosas experiencias audiovisuales ofrecidas durante años en el famoso club londinense mediante una gran pantalla vertical de 10 metros de alto y 6 de ancho y un renovado diseño de luces.
Sónar+D acogerá también Espai Oníric, un showcase especial de artes visuales y digitales inmersivas de artistas catalanes, organizado en colaboración con la Generalitat de Catalunya y Landscapes. En un cubo cerrado y diseñado especialmente para ello, Onionlab, Desilence, Eyesberg, Blit, Sevi Iko Dømochevsky y Jordi Massó mostrarán su trabajo durante las tres jornadas de Sónar de Día.
¿Qué te ha enseñado a nivel personal ser líder de uno de los festivales más importantes del país?
Recalcar que en el siglo XXI y en especial en un proyecto tan multivectorial y anti-disciplinar como Sónar los liderazgos son colectivos y compartidos. Las enseñanzas son múltiples pero destacaría la capacidad de conservar la curiosidad necesaria para mantener Sónar como el referente de la cultura digital y la música electrónica.