Desigual cerró el ejercicio 2021 con un beneficio de tres millones de euros, tras el impacto de la pandemia en 2020, según comunicó la empresa el pasado miércoles. La facturación de la compañía ha sido de 371 millones, un 3,4% más; un Ebitda de 30 millones de euros, un 8% del total de ventas, y una caja positiva neta de 103 millones de euros.
Alberto Ojinaga, director general de Desigual, explicó que 2021 fue «un año de aceleración de los proyectos clave» y destacó que la vuelta a beneficios antes de lo previsto y manteniendo una estructura financiera que ha definido como saneada y sin endeudamiento. «Esperamos seguir creciendo a doble digito durante todo el 2022» ha apuntado Ojinaga, tras cerrar el primer trimestre del año con un aumento del 15% en el total de las ventas y un 16% solo en las online, que representaron un 31,2% del total.
Durante la pandemia, Ojinaga ha aprovechado para impulsar un plan de reformas en las tiendas de la marca, para innovar los establecimientos y mejorar los procesos logísticos. El plan ha contado con 33 millones de inversión, lo que ha supuesto un aumento del 83% de las inversiones de la marca. Se espera que el 90% de la red esté totalmente reformada a finales de 2022.
Ojinaga demuestra con estos impresionantes resultados la gran capacidad de liderazgo en la que tanta experiencia tiene. El actual director general de Desigual fue también chief corporate officer durante dos años, antes de ocupar su actual cargo en 2018. Y su carrera no ha sido únicamente en la empresa catalana de moda. Antes, fue también director general de Caprablo (en 2010) y ha trabajado en compañías como el Grupo Planeta, General Motors Europe y Opel España.