José Elías Navarro se estrenaba el pasado mes de noviembre en la lista FORBES de Los 100 españoles más ricos 2021. Este emprendedor, hijo de electricista, alcanzaba el puesto treinta de la clasificación, siendo una de las 18 nuevas incorporaciones del ranking publicado el pasado año. Pero, ¿cómo lo ha logrado?
Elías, que nació y vive en Badalona, una ciudad del cinturón industrial de Barcelona, estudió ingeniería industrial y con apenas 19 años puso en marcha sus dos primeros proyectos, pero fracasó. En 2009, con la liberalización del mercado eléctrico, lanzó Orus Energía, una comercializadora de luz y gas que compró Audax Energía, compañía que lanzó una OPA sobre Fersa Energías Renovables, que cotizaba en bolsa.
El empresario es también accionista destacado de Aspy Global Services, Atrys Health, Ezentis y controla Audax Green. Asimismo, el pasado año lanzó dos órdagos: en julio, Eléctrica Nurial (filial de su holding Excelsior Times) compró el 100% de La Sirena al grupo Opcapita.
El segundo órdago se llama Barça. En marzo, Elías apoyó a su vicepresidente en Audax, Eduard Romeu, para aportar 35 millones, de modo que Joan Laporta pudiera completar el aval para presidir el FC Barcelona. Pero pocos meses después, Laporta desveló que el Barça arrastra una deuda de 1.350 millones y tiene un patrimonio neto negativo de 451 millones.
Un rico con mentalidad de pobre
Antes de unirse al selecto grupo de los 100 españoles más ricos, apareció en el ranking de las personas con mayores fortunas del mundo. El presidente de Audax Renovables cuenta con un patrimonio de 1.000 millones de dólares (unos 885 millones de euros), lo que le hace situarse en la posición 2.674 de la clasificación mundial que elabora la versión estadounidense de FORBES.
El ejecutivo, que preside y posee en torno al 65% de la empresa de energías renovables que cuenta con parques eólicos en España, Francia y Polonia y está desarrollando proyectos solares en España, Portugal e Italia, ha hablado con la Cadena SER sobre su acomodada situación.
«La diferencia es que si fuera rico tendría una colección de Ferraris en el garaje, y tan solo tengo uno. Y cuando fui a comprarlo me dieron una bolsita con un cargador, para cargarlo, pensando que lo usaría tan solo el fin de semana. Y les dije que no, que yo quería el Ferrari para cada día, para ir al Mercadona», asegura el empresario, que añade: «Me ven como un garrulo, como un advenedizo en el mundo empresarial».
José Elías se declara cercano al socialismo, pero cree que en España no hay cultura empresarial y de emprenduría. A él le interesa crear riqueza y puestos de trabajo en su entorno porque mejora la sociedad que le rodea. Asimismo, asegura tener compromiso social en sus compañías a través de la responsabilidad social corporativa, pero también personalmente con causas como Open Arms –siempre lleva la sudadera de la ONG en apariciones públicas–. Pone como ejemplo la adquisición, a un fondo inglés, de la empresa de congelados (catalana en origen) La Sirena. «Antes la dirección y la sede estaba en Londres y ahora está aquí, ha vuelto aquí«, y se lamenta que esto no se valore adecuadamente.
José Elías es un chico de barrio y no se esconde, dice que sus hijos ya crecerán con otro esquema mental, pero él, a pesar del éxito en los negocios, tiene mentalidad de pobre y con esa mentalidad morirá aunque siga acumulando patrimonio.