Una de ellas es Berlín, ciudad que se ha convertido en un imán cultural y alternativo internacional pero que está pagando un alto precio por su éxito: los precios desde 2004 han subido un 120%, y solo en el último año lo hicieron algo más del 20%, según una clasificación de la consultora internacional Knight Frank.

La capital alemana es en estos momentos el mercado inmobiliario de mayor crecimiento en el mundo, y otras urbes como Hamburgo, Munich o Frankfort también están viviendo subidas de precios de dos dígitos. La tercera ciudad con una mayor revalorización es Reikiavik. La capital islandesa, con sus algo más de 120.000 habitantes (la tercera parte de la población del país), sufre un calentamiento del mercado inmobiliario por la presión turística, con alzas de precios del entorno del 17%. La oferta inmobiliaria además de escasa coincide con que el país carece de suficientes empresas contratistas; muchas desaparecieron con la crisis financiera que golpeó a su economía.