La regulación del sector bancario en la zona euro representa una «carga necesaria», pero no un impedimento a la expansión de la banca, mientras que también supone un factor que impulsa el potencial de crecimiento de la economía de la región, según ha defendido la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.
«Creo que la regulación no es un impedimento, es una carga, pero es necesaria (…) ha aumentado el potencial de crecimiento de la eurozona, pero no hay razón para deshacerse de la regulación», ha argumentado la española durante una mesa redonda con motivo del décimo aniversario del Mecanismo Único de Supervisión (MUS).
En este sentido, la subgobernadora ha defendido que la ausencia de fusiones transfronterizas en la eurozona quizá responde más a que las entidades no ven una oportunidad de fusión desde un punto de vista de negocio cuando se encuentran en una especie de encrucijada entre la transformación digital, los sistemas de pago o ser campeones europeos.
De su lado, Claudia Buch, presidenta de la Junta Supervisora del Banco Central Europeo (BCE), ha señalado que falta por ver si el reciente aumento en la valoración de los bancos europeos es sostenible, añadiendo la importancia de comprender también lo que está sucediendo en la economía real en un escenario macroeconómico cambiante y cómo afecta a las entidades individuales.
En este contexto, ha reiterado la importancia de avanzar en la unión de capitales además de la unión bancaria, advirtiendo de que si el sistema no es capaz de afrontar situación de estrés, como las que pudieron vivirse hace un año, entonces se verá afectado el crecimiento.
Desde el sector bancario, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, ha apuntado que si bien desde todas partes de quiere avanzar en la integración, hay trabas que la dificultan, señalando que «un elemento que claramente no ayuda es poner impuestos a la banca».
Por otro lado, el banquero español ha valorado positivamente herramientas del regulador como los test de estrés, asumiendo que tienen pros y contras, además de aplicarse en un escenario muy diverso, aunque ha apuntado que se trata de un ejercicio que consume mucho tiempo y quizá podría simplificarse.
Sobre este asunto, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, ha comentado que las entidades afrontan estas pruebas de estrés como «un concurso de belleza», añadiendo que el propósito del ejercicio es identificar en escenarios y ayudar a los supervisores.