El presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, ha defendido este miércoles la subida de tasas aeroportuarias en un 4,09% a partir del 1 de marzo como un instrumento para garantizar el mantenimiento de la calidad de los aeropuertos españoles a largo plazo.
La compañía presidida por Lucena registró un beneficio neto récord de 1.630,8 millones de euros en 2023, cifra un 80,9% superior a la de 2022, tras registrar extraordinarios financieros, entre ellos las remuneraciones de depósitos en Brasil (36,3 millones de euros) y las diferencias por tipo de cambio (11,2 millones de euros)
Ante estas cifras, Lucena, que ha participado en una rueda de prensa coincidiendo con la presentación de resultados financieros anuales, ha sido preguntado sobre la «necesidad» de aplicar estas subidas. Ante ello, ha respondido que, a la misma vez, las aerolíneas también han registrado aumentos en sus beneficios, algunas «muchísimo más proporcionalmente» que Aena, y se ha planteado por qué esta reflexión no se le hace también a las líneas aéreas.
«Yo lo digo muy cordialmente, pero nunca voy a aceptar que se considere que nuestros accionistas son de peor calidad que los de otras compañías», ha aseverado, a la vez que ha detallado que estos se merecen «al menos la misma consideración que los accionistas de cualquier otra empresa».
Así, ha reivindicado que los buenos resultados de Aena «lo único que demuestran» es que es «la empresa aeroportuaria más eficiente del mundo». «No creo que estas cuestiones se les planteen a otras empresas, y es lo que, en el fondo, me irrita profundamente», ha zanjado.
Asimismo, el directivo ha incidido en que esta subida es «necesaria» y que es «responsabilidad de todos garantizar a largo plazo que los aeropuertos españoles funcionen», ya que, si el esquema de retribución de la actividad aeronáutica de Aena no fuera el adecuado, a largo plazo repercutiría en la calidad de los aeropuertos.
La subida de estas tarifas, propuesta por Aena, aceptada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y aprobada por el Consejo de Ministros, aplica un 4,09% a partir del 1 de marzo, lo que supone 0,40 euros por billete.
Este incremento fue aprobado por el consejo de administración de Aena el pasado julio, fijando el ingreso máximo anual ajustado por pasajero (Imaaj) para 2024 en 10,35 euros por pasajero, lo que supone una variación del 4,09% respecto al Imaaj de 2023 (9,95 euros por pasajero).
El índice P es el instrumento con el que se calculan estas tarifas y que recoge el efecto de la evolución de los precios basándose en los índices que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por tanto, buena parte de la subida viene dada por el índice P, que es un reconocimiento parcial de la inflación, cuyo mecanismo está recogido en la ley 18/2014.
Para las tarifas de 2024, dicho índice se calcula con los índices de 2022, cuando se registró un alza del IPC del 8,4%, afectado por el fuerte aumento de los precios de la energía. El IPC acumulado desde 2019 es superior al 15%.
No obstante, las tarifas medias seguirán siendo más bajas que en 2015. En términos acumulados, la tarifa media se redujo un 6,9% entre 2015 y 2024. En el periodo 2015-2023, la caída sería aún mayor, próxima a un 11%.
Aena recuerda que el alza tarifaria se aplica en un contexto de IPC medio del 8,4% en 2022, ejercicio en el que Aena registró un incremento en el coste energético, como principal variación, superior al 40%.
Las tarifas aeroportuarias de Aena son las contraprestaciones que esta tiene derecho a percibir por la prestación de servicios aeroportuarios básicos. El precio máximo por pasajero es el resultado de la actualización de las tarifas con el índice P, así como otros ajustes recogidos en la ley.
En Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla se aplican bonificaciones de entre el 15% y el 70% en función de los vuelos por razones de interés general que atenúan el efecto de la subida.