La manifestación convocada este jueves en Zaragoza por las organizaciones profesionales agrarias UAGA-COAG, Asaja, Araga y UPA y Cooperativas Agroalimentarias de Aragón ha reunido a varios centenares de personas, que han protestado –esta vez a pie, sin tractores– por la situación del sector primario en una movilización que ha finalizado sin incidentes, pero que comenzaba con el intento de decenas de manifestantes de entrar por la fuerza en el edificio de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón, lo que ha generado minutos de tensión y alguna pequeña carga policial.
Bajo el lema ‘Estabais avisados. ¡Soluciones ya!’, los profesionales del campo estaban convocados a las 11.00 horas en la plaza San Pedro Nolasco de Zaragoza, frente a la sede del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, donde los representantes de las organizaciones agrarias se han reunido con el consejero, Ángel Samper, de quien han obtenido el compromiso de empezar la próxima semana un calendario de reuniones para abordar las reivindicaciones del sector.
En esta céntrica plaza zaragozana, los manifestantes han encendido una hoguera y, posteriormente, decenas de ellos han tratado sin éxito de entrar por la fuerza en el edificio de la Consejería.
A continuación, a mediodía, se han dirigido hasta la plaza del Pilar, donde se han concretado frente a la Delegación del Gobierno en Aragón, donde han instalado un «mercado reivindicativo agroalimentario» con el que han repartido de forma gratuita una selección de fruta, productos cárnicos o quesos aragoneses.
El objetivo de este mercado es que la sociedad zaragozana «pueda apreciar la calidad de los productos aragoneses» y también «para disculparnos por las molestias que se han generado con las ‘tractoradas'» y «que vea la gente que el agricultor y el ganadero es alguien que quiere colaborar con la sociedad», ha transmitido a Europa Press el técnico de Asaja Gerardo Torralba.
Con ello, también han tratado de hacer ver a los consumidores el «grandísimo diferencial» que hay entre el precio del producto que sale de las explotaciones y el que aparece «en el lineal de las grandes superficies».
LA MANIFESTACIÓN FINALIZA SIN INCIDENTES
Una vez en la plaza del Pilar, los ánimos estaban más calmados y la convocatoria ha finalizado de forma pacífica y sin ningún incidente. Frente a la Delegación del Gobierno, los manifestantes han vuelto a encender una hoguera, en la que han arrojado granos de cereal, botellas de vino e incluso la figura de un trabajador con un mono azul.
Los manifestantes han estado acompañados en todo momento por los cencerros de los ganaderos de los Pirineos, un bombo o varios apicultores ataviados con sus equipos de protección –con una pancarta con el lema «sin apicultores no hay abejas, sin abejas no hay vida»– y han recibido el apoyo de decenas de vecinos de la ciudad, que se han unido a la movilización.
Entre las pancartas que han portado, destacan las de defensa a la viticultura, que genera «pueblos vivos», los carteles de «se vende» o en los que alertan de que el sector primario está «en peligro de extinción».
Las críticas también han hecho referencia al responsable autonómico de Agricultura, Ángel Samper, con carteles como «Samper, mal ganadero y peor consejero» o «Samper, bebe vino que alegra el sector».
«La agricultura es muy fácil cuando se ara con un lápiz», ha sido otra de las pancartas, en protesta contra la normativa y la burocracia.
PROCLAMAS LANZADAS
Una vez frente al edificio de la Delegación del Gobierno, varios de los agricultores y ganaderos presentes han lanzado distintas proclamas, entre las que destacan las que instan a no dar «ni un paso atrás» o a tomar medidas para garantizar el relevo generacional.
Han protestado por que sus productos no valgan «ni una p… mierda», por una burocracia que les saca de sus explotaciones y les «arruina» y han lanzado críticas «a todos los políticos».
Del mismo modo, algunos han criticado las políticas de protección ambiental y han recordado que los agricultores alimentan «gratis» hasta a la fauna más pequeña y que sólo cobran «un poco» a los humanos. Así, han dicho que los profesionales del campo no van a «arruinar el planeta», sino que son «los únicos» que hacen algo «para salvarlo».
Han reclamado también primar a los agricultores y ganaderos profesionales frente a los fondos de inversión y mismas normas y exigencias para los productos procedentes de fuera de la UE.
Una defensa de los alimentos nacionales, «sanos y de calidad», medidas que amortigüen las subidas de costes, adaptar las políticas de seguros a la nueva realidad climática, apoyo a una ganadería extensiva «en peligro por normativas muy difíciles de cumplir» o más ayudas directas a los sectores más afectados, tanto por las inclemencias meteorológicas como por el incremento de los costes de producción, son otras de las proclamas lanzadas al final de la manifestación.