Economía

(AM2) Telefónica evalúa con Digi una posible renegociación de su acuerdo mayorista antes de que acabe en 2026

El consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, ha reconocido este jueves que la operadora mantiene conversaciones con Digi sobre la posibilidad de renegociar el acuerdo mayorista que la compañía rumana tiene con la ‘teleco’ española y que expira en 2026, sobre todo, en un escenario en el que Digi ha sido la beneficiaria de los ‘remedies’ (condiciones) de la fusión de Orange y MásMóvil.

En la rueda de prensa con motivo de la presentación de los resultados de la compañía correspondientes a 2023, Vilá ha recordado que Telefónica tiene contratos mayoristas establecidos con Digi, tanto en el segmento móvil como en el fijo, «con sus plazos», «sus penalizaciones» y sus «distintas cláusulas», ha subrayado.

Para que la Comisión Europea diese el visto bueno a la fusión de Orange y MásMóvil en España, Digi cerró un acuerdo de 120 millones de euros con MásMóvil para adquirir 60 megahercios de espectro radioeléctrico en distintas bandas de frecuencia, así como un trato opcional de itinerancia (‘roaming’) nacional con Orange.

En ese sentido, Vilá ha recalcado que el acuerdo relativo al ‘roaming’ otorga a Digi «la opción, que no una obligación», de «cambiar de proveedor mayorista».

«Por otro lado, el espectro (radioeléctrico) que acabará teniendo Digi le permitiría construir una red, quizá en ciertos núcleos urbanos, pero deberá seguir siendo o bien un operador móvil virtual sobre una red de un tercero, o tendrá que hacer una compartición de redes de algún tipo», ha indicado el consejero delegado de Telefónica.

En esa línea, el directivo ha señalado que Telefónica tiene la posibilidad de establecer conversaciones con Digi para renegociar esos contratos, «incluso con anticipación a su vencimiento en 2026».

«Estamos ya en conversaciones desde hace tiempo, anticipando los escenarios que se podrían producir en el mercado. La disrupción para un operador de cambiar de ‘host’ (proveedor) en este tipo de servicios no es menor. La calidad para sus clientes finales de estar en una red u otra no es un cambio neutro y nosotros creemos que podemos conseguir una renegociación, extensión o reformulación de los acuerdos con Digi que sea satisfactoria para ambas partes», ha asegurado.

En este contexto, Vilá ha recalcado que desde Telefónica se considera a Digi un «operador serio», al que le tienen «mucho respeto», y que la relación comercial con la compañía rumana es «muy buena».

Asimismo, el directivo ha opinado que Telefónica tiene las mejores redes, tanto en fibra como en móvil.

MANTENDRÁ LA OFERTA A ZEGONA

Por otro lado, Telefónica ha asegurado que la oferta que trasladó hace unos meses a Vodafone para compartir redes de banda ancha de fibra óptica en España a condición de que la compañía británica apagase progresivamente su red de cable se mantendrá en «términos afines» a Zegona una vez que el fondo tome posesión efectiva del negocio de Vodafone en España, el cual adquirió por 5.000 millones de euros.

«Ese tipo de propuesta y la lógica subyacente de esa propuesta permanece incluso con un cambio de propiedad de Vodafone España a Zegona. Con lo cual (…) estamos abiertos a contemplar escenarios y a negociar con los nuevos propietarios de Vodafone», ha afirmado Vilá.

«Cuando esa transacción se cierre iremos en términos afines a los que le habíamos propuesto antes. Este tipo de conversación puede tener lugar desde una óptica de acuerdo comercial, acceso a la fibra a medida que ellos fueran apagando su cable, y se podría constituir para alguna alternativa más estructural de juntar activos, aunque esta tiene implicaciones regulatorias, de aprobaciones de competencia y demás», ha añadido el directivo.

«NUEVAS OPORTUNIDADES»

Telefónica dejará de ser el líder por clientes en el mercado de las telecomunicaciones español tras la fusión de Orange y MásMóvil, algo que Vilá considera que debe redundar en una desregulación de la compañía en España.

En este contexto de reconfiguración del mercado y en un marco en el que se desregulase la actividad de Telefónica, Vilá ha valorado la opción de que Telefónica pueda adquirir pequeñas operadoras nacionales y ha indicado que se abren posibilidades que «quizás hace un tiempo, o antes de la transacción de Orange y MásMóvil, hubieran sido utilizadas de forma distinta».

«Existe la posibilidad, no hay nada que comentar en este momento, pero (…) se nos podrán presentar oportunidades que quizá en el pasado no fueran tan fáciles o posibles», ha resaltado.

En ese sentido, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha insistido en que los factores que dieron pie a la regulación de la actividad de la operadora ya no existen, por lo que ha pedido que se desregule para «poder competir».

«Lo que dio lugar a que fuera regulada era que Telefónica, cuando fue privatizada, era un monopolio incumbente de cobre. Ninguna de esas tres cosas se da en la actualidad. Ni somos un monopolio, ni somos incumbente, ni somos de cobre. Por lo tanto, la regulación ha quedado desfasada y esta operación de Orange y MásMóvil cristaliza eso de forma bastante tangible», ha añadido Álvarez-Pallete.

Así, el principal directivo de la compañía ha opinado que «es el momento» de que se desregule a Telefónica, al tiempo que ha recalcado que la compañía no necesita que «nadie la proteja».

«Creo que es el momento de desregularnos. No necesitamos que nadie nos proteja. Lo único que necesitamos es que se nos deje competir en igualdad de oportunidades. Que no tengamos que ofrecer nuestras infraestructuras a un precio marcado por alguien que no refleja nuestros costes. Que no se nos obligue a dejar abrir nuestros productos a cualquiera que pase por aquí. Que no se nos obligue a que nuestras ofertas tengan que ser aprobadas y retrase el lanzamiento de las campañas», ha reivindicado.

Preguntado acerca de si es compatible la entrada de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el accionariado de Telefónica –el Gobierno ordenó al organismo comprar hasta un 10% del capital social de la operadora– con esa visión de que la compañía no necesita a nadie que la proteja, Álvarez-Pallete ha asegurado que sí.

«El Gobierno ha manifestado el carácter estratégico de Telefónica, lo que les lleva a tomar una participación, cosa que respetamos plenamente. En paralelo, lo que sí que decimos es que hay una nueva fase competitiva en España. Y eso tiene que ver más con la competencia en el mercado, que cambia con esta operación (la fusión de Orange y MásMóvil)», ha valorado.

SIN NOVEDADES CON STC Y LA SEPI

En cuanto a la evolución de la entrada de la SEPI en el accionariado de Telefónica, Álvarez-Pallete ha asegurado que la compañía no tiene novedades sobre este asunto.

Asimismo, tanto Vilá como Álvarez-Pallete también han señalado que desconocen si la compañía saudí STC, que el pasado 5 de septiembre adquirió un 9,9% del capital social de Telefónica por 2.100 millones de euros (un 4,9% en acciones directas y otro 5% más en derivados financieros), ha comunicado oficialmente o no al Gobierno sus intenciones en la operadora española.

Según la normativa vigente en España en materia de inversiones extranjeras, una empresa que quiera adquirir más de un 5% en una compañía considerada estratégica debe pedir permiso al Gobierno para superar ese umbral y comunicar sus intenciones, como, por ejemplo, si quiere un puesto en el consejo de administración de la misma.

En este contexto, casi medio año después del desembarco de STC en Telefónica, todavía se desconoce si la compañía saudí ha trasladado o no al Ejecutivo sus intenciones en Telefónica.