El sobrecoste medio acumulado en las obras en ejecución en los tres últimos años, derivado del incremento de precios de los materiales y la energía a raíz de la pandemia y la guerra de Ucrania, oscila entre un 12% y un 22%, alcanzándose máximos de hasta el 29% en ciertas tipologías de obras.
Según un informe de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI), el impacto real sobre los contratos es aún mayor debido a los incrementos del coste de la mano de obra en ese mismo periodo.
Así, el incremento del índice nacional de la mano de obra en la construcción en el trienio 2021-2023 es igual al acumulado en los catorce años anteriores (2007-2020), sin que exista posibilidad de revisión en los contratos públicos que están sufriendo este impacto.
El índice del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que mide el conjunto de los costes del sector de la construcción seguía a finales de 2023 en el 138,75, lo que supone su valor máximo y un incremento de casi el 34% respecto a 2020, año del estallido de la pandemia.
Atendiendo a los diferentes materiales, los índices de precios alcanzaron máximos a mediados de 2022, entre un 50% y un 90% respecto a los valores de enero de 2021, e iniciaron entonces un lento descenso, manteniéndose en noviembre de 2023 aún entre un 30% y un 40% por encima de los valores anteriores al Covid. Algunos materiales, como los áridos y el cemento no han moderado su crecimiento en ningún momento.
Otro de los impactos que ha sufrido el sector proviene de los precios de la energía, que concentran en algunos casos hasta el 30% del coste total de una obra y que todavía duplican los registros de enero de 2021.
ANCI lamenta que las limitaciones de la revisión excepcional de precios están evitando poder mantener el equilibrio económico del contrato reconocido en la ley, como garantía del interés público y como derecho del contratista a percibir el valor justo de la prestación.