APPA Biocarburantes ha reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la aprobación de «un plan de choque» que permita revertir la tendencia a la baja en el consumo real de biocarburantes, después de que haya disminuido un 18% en España desde 2019.
En un comunicado, la asociación propone un plan que debería incluir el aumento de los actuales objetivos de biocarburantes, fijados en España hasta 2026 y su extensión, al menos, hasta 2030, así como el establecimiento de la gasolina E10 y del gasóleo B10 como carburantes estándar obligatorios en las gasolineras.
El consumo real de biocarburantes en España, de acuerdo con los últimos datos de Eurostat, se situó en 2022 en sólo 1,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep), lo que supone una bajada del 18% con respecto al consumo alcanzado en 2019 (1,7 Mtep).
APPA Biocarburantes consideró que esta «importante disminución» del consumo real de biocarburantes ha provocado la caída de la cuota real de energías renovables en el transporte al 3,57% en 2022, «el nivel más reducido de los últimos años».
El presidente de APPA Biocarburantes, Álvaro Mitjans, indicó que el consumo real de biocarburantes y la cuota real de las energías renovables en el transporte «deberían estar aumentando sustancialmente año tras año para avanzar en la imprescindible descarbonización del transporte, resulta que se está produciendo todo lo contrario, lo que no tiene ningún sentido».
Adicionalmente, la organización estimó que sigue sin cumplirse, según los últimos datos de Eurostat, el objetivo contable de energías renovables en el transporte que se había fijado para 2020 (10%), ya que, de acuerdo con la metodología de cálculo prevista en la Directiva de Energías Renovables (DER II), que incluye multiplicadores y no considera consumos de carburantes tan importantes como el queroseno de aviación o el fuelóleo marino, la cuota contable de las energías renovables en el transporte en España se situó en 2022 en el 9,68%.