El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, ha considerado que España tiene el potencial «para ser el referente de la transición energética en Europa».
En declaraciones a la cadena Cope recogidas por Europa Press, Wetselaar indicó que el país posee «la materia prima, sol, viento, terrenos y las infraestructuras industriales necesarias» para aspirar a ese objetivo.
El directivo apuntó así el potencial de España como un país productor y exportador de energía renovable, destacando que el país puede evolucionar desde su situación actual, con una dependencia del 90% de la energía importada, a ser una potencia exportadora en Europa, mejorando con ello su balanza de pagos y la competitividad de su economía.
Además, el ejecutivo de Cepsa afirmó que este proceso puede suponer un incentivo adicional para la atracción de nuevas industrias que quieran tener acceso a una energía económica y sostenible. «Con la transición energética y las moléculas verdes podemos incrementar la capacidad industrial de España, porque la industria se asienta donde la energía es más barata», añadió al respcto.
TRANSFORMARSE HACIA LA INDUSTRIA DE LAS MOLÉCULAS VERDES.
En este sentido, señaló que con las inversiones previstas por Cepsa en Andalucía, que ascienden a un total de 5.000 millones de euros, la compañía pretende a transformar sus actuales parques energéticos en la región hacia la industria de las moléculas verdes, además de crear nuevas instalaciones y generar 15.000 nuevos puestos de trabajo en Andalucía.
Dentro de las distintas alternativas para lograr la transición energética, Wetselaar puso en valor a la industria de las moléculas verdes para descarbonizar sectores de difícil electrificación como el aéreo o el marítimo.
A este respecto, destacó el proyecto que presenta hoy en Huelva la compañía de la mano de C2X, empresa filial de Maersk, para desarrollar la mayor planta de metanol verde de Europa, que conllevará una inversión de 1.000 millones de euros.
A través de este combustible líquido, derivado del hidrógeno verde y que elimina las emisiones de CO2, la compañía aspira a maximizar el impacto positivo que genera en la industria, no solo suprimiendo sus propias emisiones, sino también ayudando a lograr este objetivo a sus clientes, como navieras, aerolíneas o grandes industrias. «Aunque los consumidores finales no tienen una visión directa de estos sectores, que suponen un gran impacto en las emisiones globales», dijo el directivo.
Asimismo, Wetselaar consideró que los costes de estas tecnologías, al igual que sucedió con la energía solar o la eólica, disminuirán cuando se escale la industria y señaló la necesidad de invertir en estos vectores energéticos, ya que «los costes de CO2 que pagan las empresas que siguen utilizando combustibles fósiles seguirán incrementándose en el futuro, volviendo a las empresas verdes más competitivas».