Economía

Un 56% de los grandes inversores prevé aumentar la exposición a transición energética, según Spainsif

Un 56% de los grandes inversores (inversores institucionales, en la jerga del sector, como bancos de gran tamaño o fondos soberanos) prevé aumentar la exposición a activos beneficiados por la transición energética en los tres próximos años, en tanto que un 46% considera una prioridad estratégica «navegar la transición», según una encuesta recogida por Spainsif.

La asociación ha resaltado este dato en un evento organizado en colaboración con la gestora estadounidense BlackRock sobre inversión sostenible y en el que, entre otros asuntos, la firma ha identificado como aspecto fundamental la capacidad de atender al compromiso fiduciario con los clientes a través de la oferta de diversas opciones de inversión, desde estrategias activas hasta indexadas, vinculadas a la transición.

En cuanto a los desafíos relacionados con este ámbito de inversión se han señalado dificultades para señalizar, diseñar e invertir en productos de transición, especialmente en mercados emergentes.

En ese sentido, han puesto el foco en la «complejidad para identificar y dar seguimiento» a los indicadores clave de desempeño en mercados donde la divulgación de información corporativa de sostenibilidad no está tan extendida como en la Unión Europea (UE), o en mercados donde las empresas operan sin la obligación legal de generar y reportar dicha información.

Más allá de la adaptación de requerimientos regulatorios en el contexto de inversiones en mercados emergentes, la ponencia también ha aducido que, en general, los mercados enfocados hacia la sostenibilidad se enfrentan a un momento de estabilización o ralentización, un hecho que estaría relacionado con la actitud de prudencia ante posibles alusiones de ‘greenwashing’ y con incertidumbres regulatorias a las que se espera se dé respuesta a lo largo de 2024.

Por ello, en el encuentro han señalado como oportunidad abordar desde el marco regulatorio la categoría de «transición» con una diferenciación específica entre actividades transformables y no transformables en el contexto de la inversión sostenible.

En concreto, han definido que las actividades transformables pueden aminorar su impacto ambiental, mientras que las no transformables requieren financiación para su abandono, desmantelamiento o cierre, con medidas de apoyo a las personas y economías afectadas.

LAS TENDENCIAS DE BLACKROCK PARA 2024

La firma BlackRock ha destacado como tendencias que marcarán en lo referente a la inversión sostenible en el presente ejercicio a la divergencia demográfica, la disrupción digital y la Inteligencia Artificial (IA), así como la reconfiguración y fragmentación de la globalización y cambios en el futuro de las finanzas.

«La IA al servicio de la sostenibilidad se ha presentado como clave para la búsqueda de rendimientos a largo plazo», han remarcado, aunque también han enfatizado como elementos a tener en cuenta la gestión de la incertidumbre macroeconómica y la necesidad de adaptarse a un nuevo régimen de inversión más dinámico.

Por otra parte, el foro ha resaltado la importancia de abordar la ciberseguridad orientada a proteger activos y datos sensibles, y a preservar la integridad, confianza y continuidad del sistema financiero sostenible en su conjunto.

Asimismo, ha planteado la complejidad de medir y actuar en relación con el capital natural (conjunto de recursos naturales renovables y no renovables de un ecosistema), de cara a contar con una valoración precisa de riesgos y oportunidades en el campo de la inversión con criterios de protección y preservación de la biodiversidad.