La gestora Federated Hermes ha explicado este jueves en un informe que la «débil apertura» de los mercados bursátiles en 2024 sugiere que los inversores están experimentando «una resaca tras la euforia de diciembre, despertando a la realidad de que el optimista repunte puede haberse producido demasiado pronto».
Con todo, y si bien las dudas sobre un aterrizaje suave de la economía «han hecho retroceder a la renta variable», desde la firma argumentan que no creen que «las condiciones del mercado hayan cambiado lo suficiente como para justificar un freno al optimismo, aunque la incertidumbre persiste y mucho dependerá de los primeros datos económicos de 2024».
En ese contexto, bajo la premisa de que la política monetaria sigue siendo clave y que una bajada de tipos «provocará una ampliación del mercado», el gestor de carteras de renta variable mundial, Lewis Grant, ha puesto el foco en las empresas de pequeña y mediana capitalización y los valores ‘growth’.
Respecto a esto último, Grant ha señalado que ese tipo de activos están dispuestos a aprovechar unas condiciones más favorables a medida que disminuye la carga del servicio de la deuda, en tanto que los valores ‘growth’ se beneficiarán de la relajación de las condiciones económicas.
Precisamente, el miércoles por la noche se conocieron las actas de la última reunión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, de las que se extrae que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) abordó la posibilidad de recortar los tipos de interés a lo largo de 2024, aunque también aseguró que sería apropiado mantener un tono restrictivo «por algún tiempo» hasta que pueda darse por controlada la inflación.
Por otra parte, ha remarcado el gestor, será importante ser selectivos: «El panorama geopolítico es frágil, y evitar una recesión no está garantizado, por lo que seguimos favoreciendo el crecimiento de calidad frente a los nombres especulativos».
En este comienzo de año, en el que apenas van tres sesiones, los índices de Estados Unidos y Europa registran correcciones de entre el 1% y el 2%, a excepción de Madrid, Londres y Milán, que se sitúan en niveles similares a los del cierre de 2023.
La tónica es similar en las bolsas de Asia a la vista de que indicadores como el tokiota Nikkei y el hongkonés Hang Seng acumulan una depreciación de más del 2% en los primeros compases del ejercicio.