El CEO de Abanca, Francisco Botas, ha afirmado que la «decisión única» de Abanca es «apoyar la transición decididamente» y ha defendido que es necesario «incentivar a las empresas hacia la sostenibilidad», además de divulgar la transición entre las pymes. «Este gran cambio tiene que ser con incentivos positivos», ha remarcado.
Botas ha realizado estas manifestaciones en Bilbao, donde ha participado en la mesa redonda «Sector financiero por la descarbonización», junto a la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, y el director general de Elkargi, Zenón Vázquez, en el marco de la IV Jornada sobre Finanzas Sostenibles organizada por Bankoa Abanca y APD, a la que han asistido más de 200 directivos y empresarios vascos.
El CEO de Abanca ha indicado que el eje de la sostenibilidad conforma el proyecto «más importante» dentro del banco y, en este sentido, es «esencial». «No es obligatorio, es esencial, está en nuestro ADN y, fruto de eso, se ha permeado toda la organización», ha agregado.
El responsable de la entidad ha recordado que fueron uno de los miembros fundadores de los principios de banca responsable e implica que toda la organización «asume e interioriza» los ODS. «Y lo hicimos antes de las normas regulatorias actuales», ha destacado.
Francisco Botas ha subrayado que está siendo «fundamental» el gobierno de la sostenibilidad y, fruto de ello, el banco ha definido políticas, principios y una visión, y todo ello se ha llevado a la práctica. Se trata, según ha destacado, de un «proceso de aprendizaje», tanto en relación a los nuevos escenarios como a la normativa y ha añadido que es un «proyecto absolutamente horizontal».
En este sentido, ha apuntado que la transición es «clave en todos los ámbitos» y que Abanca tiene «enormes retos», pero cree que van a cumplir con los plazos, siendo conscientes de la normativa que entra en vigor en 2025.
Según ha indicado, han querido «dar la vuelta» a esta cuestión «en positivo». «Hay dos opciones, una o reducimos nuestro posicionamiento crediticio en los sectores brown o asimilados, que más o menos en España son el 25% de nuestra economía, o apoyamos la transición. Claramente nuestra decisión única es apoyar la transición decididamente y estamos absolutamente decididos a ello», ha asegurado.
En este punto, ha afirmado que los pasos dados están «funcionando muy bien» y, tras recordar que han lanzado la unidad «Banca Energy», ha recordado que en este último periodo han financiado ya más de 1.200 millones en operaciones energéticas. Asimismo, ha indicado que facilitan financiaciones a las familias y pymes en áreas como el autoconsumo, entre otros.
Junto a ello, han instaurado otra vía, que es una unidad especialista en la transición y ha apuntado que es donde tienen «diversas dificultades de entendimiento de cuál es la taxonomía, cómo se adapta y qué es lo que se puede aconsejar», algo que es «absolutamente necesario, especialmente para las pymes».
Dicho esto, ha relatado que desde hace más de un año cuentan con un grupo de «altísimo conocimiento» y el objetivo es que el 100% de los gestores de empresa y las personas responsables de la admisión crediticia «estén absolutamente formadas en esta transición».
El CEO de Abanca ha añadido que la «tercera pata» tiene que ver con los productos y servicios orientados a inversores y ahorradores que invierten su dinero a través de vehículos sostenibles. «En este proceso tienen que aprender todos a la vez y ser flexibles en adaptar, ya no por las entidades financieras que están razonablemente preparadas, sino por el sector que viene detrás», ha precisado.
Por otra parte, ha subrayado que han recibido dos premios de sostenibilidad importante sobre la formación y, en este sentido, ha defendido incentivar «no a los bancos, sino a las empresas hacia esa sostenibilidad» porque considera que «la forma de este gran cambio tiene que ser con incentivos positivos». «Este pequeño premio nos anima a un montón de equipos a mejorar», ha apuntado.
Ha destacado también la parte social de todo este proceso y ha señalado que, a través de su fundación, han invertido en los últimos años en temas sociales muy centrados en formación y en mayores.
En concreto, ha manifestado que, en Euskadi, desde que llegaron, han tenido un «compromiso cierto de no cerrar ninguna oficina y el 40% de la red está ubicada en municipios de menos de 20.000 habitantes, que es un compromiso de estar con la sociedad desde el principio».
RIESGOS
Por otro lado, tras citar algunos de los riesgos que existen en relación a la transición y la descarbonización, uno de ellos, el regulatorio, ha indicado que se queda con que se está «haciendo bien» por parte de todo el sector, aunque «obviamente» hay que «mejorar», pero ha insistido en que el esfuerzo es «ímprobo».
Botas se ha referido a algunas de las «dificultades concretas» que se están produciendo y una de ellas tiene que ver con el acceso a los datos porque, según ha apuntado, se ha generado una normativa, «seguro que muy inteligente», pero requiere que se cuente con datos «a un nivel de granularidad al que no se está llegando con facilidad a todas las empresas».
DIVULGACIÓN
Por ello, cree necesario «estandarizar» lo que se necesita y estabilizar los modelos para el cálculo de esos datos. El segundo reto tiene que ver con la divulgación. Botas ha apuntado que las grandes empresas están trabajando «absolutamente en positivo», al igual que las empresas vinculadas a la cadena de valor de las grandes compañías, pero hay que saber cuántas pymes están «realmente involucradas».
En este sentido, ha recordado que, según datos de una universidad referidos a 2022, tres de cada cuatro pymes «no tienen en su estrategia de negocio la sostenibilidad» y lo que más «alarma» es que «ni prevén hacerlo». Por ello, considera que tiene que haber necesariamente una iniciativa de divulgación y se debe concienciar «muy seriamente».
En su opinión, es «fundamental» divulgar a las pymes qué es la transición y cuáles son los costes de la transición por sector. «Pero no por asustar, sino para que puedan incorporar en sus modelos de negocio esos costes y las necesidades de inversión y que, consecuentemente, las podamos financiar», ha agregado.
Otro reto tiene que ver, según ha insistido, con que la taxonomía que se ha creado es «muy compleja» y es necesario «simplificar las normas» y, sobre todo, «adaptar los tiempos». Tras insistir en la transición sector por sector, ha indicado que la exigencia en taxonomía para ser green es «elevadísima» y «hay que afinar la taxonamía».
«Nosotros vamos a cumplir los requisitos temporales todo el sector, porque somos así. Los cumpliremos a marzo del 24, los cumpliremos a diciembre del 24, para empezar en 2025. Pero, claro, deberíamos acompasar estos requerimientos con la transición de tantas y tantas empresas agrupadas en distintos sectores. Yo daría una vuelta de tuerca y vería la transición ligada a los sectores. Para mí es uno de los temas fundamentales», ha agregado.