España se ha situado, con una nota de ‘suficiente alto’, como uno de los países con mejores infraestructuras del mundo, en línea con el resto de grandes países europeos, pese al consenso de los expertos de que el país tiene un gran problema respecto a la financiación de sus proyectos.
Un informe realizado por la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil ha situado a Japón como el líder mundial, con una nota de 7,4 puntos sobre 10, país al que le siguen Estados Unidos (7,1), Corea del Sur (7) y China (6,9).
Coincidiendo con la nota de este último país asiático, España también empata con Alemania y Francia, con una calificación de 6,9 puntos, teniendo en cuenta una metodología comparable basada en indicadores.
Una vez se incorpora a esta metodología la visión de los expertos consultados, que le dan a España una nota global de 6,3 puntos, la calificación final es de 6,5 puntos, siendo la seguridad, la capacidad y las prestaciones de las infraestructuras los puntos más fuertes, frente a la financiación, que es el principal lastre del sector en España, con solo 5,4 puntos.
En este sentido, el presidente de Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan), Julián Núñez, que ha participado en el acto de presentación del informe, ha explicado que España acumula un importante déficit inversor que le coloca como la última economía de la Unión Europea en inversión por habitante y superficie en 2023/2024, con 1.662 euros por kilómetro cuadrado y millón de habitantes.
Italia ha invertido un 110% más, Alemania un 106%, Polonia un 45% o Francia un 44% más que España. Además, ha advertido de que si la inversión pública de los últimos cinco años crece con la misma tasa real registrada en los últimos años, que es del 5,1%, hasta 2033 no se recuperará la inversión pública real anterior a la pandemia.
«La inversión tenía que haber sido un 61% superior a la que hemos registrado en los últimos 10 años para estar en línea con la inversión pública y el crecimiento económico de las principales economías europeas. Hay más de 80.000 millones de euros de proyectos planificados que no se han hecho por falta de recursos», ha lamentado.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI), Concha Santos, ha propuesto que «hay que invertir de manera suficiente y estable», utilizando los mecanismos de financiación complementarios, tanto públicos como privados, para dar «el servicio adecuado a los ciudadanos».
AEROPUERTOS, EL PUNTO FUERTE
Por sectores, los aeropuertos son las infraestructuras mejor valoradas (6,9), gracias a su autofinanción mediante el cobro de tasas por el uso de las instalaciones sin necesidad de recurrir a los presupuestos generales del Estado.
El transporte público urbano, con un 6,8, destaca en capacidad, prestaciones, seguridad y resiliencia. Sin embargo, el informe detecta que existen oportunidades de mejora como la falta de coordinación entre administraciones o la desigualdad de oferta.
Lejos de estas calificaciones, los puertos consiguen un 6,5 por no contar con bases de datos unificadas y homogéneas dentro del ámbito portuario y afronta ahora retos como la sostenibilidad ambiental mediante la generación de energía renovable y la conservación de la biodiversidad.
En cuanto a las carreteras, la insuficiencia de la financiación explica su peor nota de 6,3 puntos, así como por necesitar áreas de servicio y descanso, mejoras en las carreteras convencionales, la implementación de peajes o el uso de nuevas tecnologías.
El ferrocarril, por su parte, es el peor valorado, con un 6,2, por el lastre de la financiación, la operación y el mantenimiento, y con reformas pendientes como su expansión a ciudades de tamaño medio y la conectividad intermodal.