El 95% de las gestoras cuenta ya con fondos que siguen criterios de sostenibilidad y, además, el 70% asegura que contaba con este tipo de productos antes de la entrada en vigor del reglamento SFDR de la Unión Europea (UE), según el informe divulgado este jueves por el Observatorio de Inverco.
La patronal del sector ha apuntado en una nota de prensa que el sondeo -la tercera encuesta que realizan sobre la sobre la estrategia de sostenibilidad de las gestoras de fondos de inversión nacionales e internacionales que operan en España- se ha llevado a cabo como balance después de la entrada en vigor hace un año y medio de ‘Green MiFID’ (que incluye analizar las preferencias de sostenibilidad de los inversores en los test de idoneidad).
En ese sentido, el 74% de las gestoras ha adaptado su catálogo de productos a las preferencias de sostenibilidad que prevé esta normativa; de entre las opciones contempladas, el 70% lo han hecho ampliando su oferta de productos con un porcentaje de otras inversiones sostenibles y el 64% ha ampliado la oferta de productos que tienen en cuenta las denominadas Principales Incidencias Adversas (PIAs).
De cara al futuro, el 80% de las Gestoras espera un aumento en la demanda de productos con sesgo de sostenibilidad y el 55% considera que existe riesgo de sobreprecio en los activos sostenibles, por exceso de concentración, a menos que cada vez sea mayor el número de empresas que cumplan criterios de sostenibilidad.
Pese a las recientes regulaciones, el estudio ha constatado en el estado de opinión de las gestoras que el principal reto a la hora de lanzar productos con sesgo de sostenibilidad es la ausencia de un marco jurídico definitivo, seguido de la falta de información sobre esta materia de las empresas en que invierten.
Con todo, la práctica totalidad de los encuestados ha considerado que ‘green MiFID’ ha exigido la implementación de nuevas soluciones de intercambio de información sobre sostenibilidad con distribuidores y, entre ellas, una mayoría del 62% coincide en que están basadas en la plantilla EET (European ESG Template) creada por FinDaTex.
Asimismo, el 90% de las firmas ha señalado que ha experimentado un aumento de costes como resultado de la aplicación de esta normativa, especialmente en términos de tecnología, recursos humanos y proveedores de información sobre los aspectos de sostenibilidad.
Por otra parte, el 80% de los encuestados afirma que los datos disponibles para cumplir con las exigencias de información establecidas en SFDR y el reglamento de taxonomía resultan insuficientes y poco fiables para cumplir con la normativa.
Ligado a esto, más de dos tercios de las entidades creen que las metodologías entre los distintos proveedores de información no son homogéneas, lo que genera discrepancias en los datos; de ahí que más de la mitad de las entidades esté de acuerdo en que es necesaria la creación de nuevos canales de recolección de datos estandarizados y de acceso gratuito.
En estas circunstancias, el 60% de las entidades financieras consideran que sus esfuerzos formativos están mejorando el conocimiento y valoración del inversor minorista sobre productos con sesgo de sostenibilidad.
El director de estudios del Observatorio de Inverco, José Luis Manrique, ha apuntado que «a pesar de las dificultades de implementación, regulación incluida, el compromiso de gestoras e inversores por la sostenibilidad ha dado un impulso definitivo para este tipo de instrumentos».