El volumen del comercio minorista del Reino Unido registró el pasado mes de septiembre una caída del 0,9% en comparación con el mes anterior, cuando había experimentado un crecimiento del 0,4%, según el dato publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONS), que ha superado ampliamente los temores del mercado de un retroceso mensual del 0,2%.
En comparación con el mismo mes del año pasado, el volumen del comercio minorista del Reino Unido retrocedió un 1%, mientras que en términos de valor el importe cayó un 0,2% mensual en septiembre, pero aumentó un 4,7% anual.
La contracción en la cantidad de compras de los consumidores británicos en septiembre refleja el impacto en la confianza de la incertidumbre económica y la inflación, así como del buen tiempo en el arranque de las ventas de cara al otoño.
«En septiembre, los volúmenes de ventas no alimentarias cayeron un 1,9% debido a las continuas presiones del coste de la vida, junto con el clima inusualmente cálido que redujo las ventas de ropa de otoño», indicó la oficina estadística.
De este modo, la ONS aprecia una creciente divergencia entre el volumen comprado y los costes, señalando que, en comparación con el nivel anterior a la pandemia, en febrero de 2020, las ventas minoristas totales fueron un 17,1% más altas en términos de valor, pero los volúmenes fueron un 2,5% más bajos.
En datos trimestrales, en relación a los tres meses anteriores, el volumen de las ventas minoristas se contrajo un 0,8% en los tres meses hasta septiembre de 2023.
La tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó en septiembre en el 6,7%, en línea con la subida de los precios del mes anterior.
De este modo, el aumento del coste de la vida en la segunda mayor economía del Viejo Continente sigue siendo notablemente superior a la de otras grandes economías, ya que la tasa de inflación de la zona euro en el mismo mes se moderó al 4,3% desde el 5,2% de agosto, mientras que en Estados Unidos repitió en el 3,7%.