Enagás ha incorporado al operador gasista alemán OGE a la carrera del H2Med por ser el primer corredor que suministre hidrógeno verde a Alemania y ha sacado músculo en Berlín de la importancia de este vector energético para el futuro de la descarbonización y la soberanía energética en el Viejo Continente.
En el marco del evento ‘H2Med, un ejemplo de cooperación energética europea», organizado por los Transmission System Operators (TSO, por sus siglas en inglés) europeos promotores de este proyecto, OGE ha firmado en la Embajada de España en Alemania un memorando de entendimiento con los operadores del Sistema Gasista en España (Enagás), Francia (GRTgaz y Teréga) y Portugal (REN) para impulsar este corredor de hidrógeno verde europeo.
En la jornada, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, consideró «una muy buena noticia» que un proyecto como el H2Med cuente con la implicación de los cinco principales TSOs de España, Portugal, Francia y Alemania, con esta incorporación de OGE, en el objetivo de «acercar la oferta y la demanda, la producción y el consumo de hidrógeno verde en Europa».
«Creo que este mensaje es muy importante también para los consumidores alemanes, para los productores y consumidores de hidrógeno. Nuestra ambición es nada menos que transportar el 10% del consumo de hidrógeno verde que el Repower EU prevé para Europa en 2030», indicó, añadiendo que «para hacer que el Repower EU sea una realidad, necesitamos para hacer que el H2Med sea una realidad».
Alemania está buscando activamente el impulso de una economía del hidrógeno. Para el año 2030, según la información aportada por Alemania a la Comisión Europea en el contexto de la selección de Proyectos de Interés Común, el consumo de hidrógeno, incluyendo sus derivados (amoniaco, metanol o combustibles sintéticos), está previsto que llegue a los 130 teravatios hora (TW/h), de los que entre el 50-70% se cubrirían con importaciones de hidrógeno.
En el acto han participado la secretaria de Estado Parlamentaria del Ministerio Federal Alemán de Asuntos Económicos y Acción por el Clima, Franziska Brantner; la directora general adjunta de Energía de la Comisión Europea, Mechthild Wörsdörfer; el director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico de España, Manuel García; el embajador de España en Alemania, Ricardo Martínez; el embajador de Francia en Alemania, Francois Delattre; y el embajador de Portugal en Alemania, Francisco Ribeiro de Menezes, entre otras autoridades.
Mientras, en representación de los Transmission System Operators han participado, además de Arturo Gonzalo; el presidente y consejero delegado de REN, Rodrigo Costa; el consejero delegado de GRTgaz, Thierry Trouvé; el presidente y consejero delegado de Teréga, Dominique Mockly; y el ‘chief financial officer’ (CFO) de OGE, Frank Reiners.
Todos ellos han coincidido en la importancia para el proyecto de contar con el apoyo institucional y político «muy fuerte» para este desafío, unido a la colaboración con la empresa privada.
«Ser capaz de poner los recursos públicos y privados a trabajar juntos será clave» para una infraestructura necesaria para «crear un mercado que tiene que ser un mercado europeo», aseguró Gonzalo.
El H2Med, presentado a la convocatoria de Proyectos de Interés de Común (PCIs) europeos el pasado mes de diciembre, incluye una conexión entre Celorico da Beira en Portugal y Zamora en España (CelZa), y una conexión marítima entre Barcelona y Marsella (BarMar), y su inversión ascenderá a unos 2.500 millones de euros -2.135 millones de euros para el tubo submarino y otros 350 millones de euros para la conexión con Portugal-.
FINANCIACIÓN COMUNITARIA.
En este sentido, Bruselas prevé acordar la próxima semana, el 26 de octubre, la lista provisional de Proyectos de Interés Común (PCI, por sus siglas en inglés) europeo, que permite optar a financiación comunitaria a proyectos que sean finalmente incluidos en ella como prioritarios, como aspira el H2Med, según anunció la directora general adjunta de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Mechthild Wörsdörfe.
Posteriormente será confirmada a principios de 2024 por el Parlamento y el Consejo. A partir de entonces los proyectos serían elegibles para recibir fondos CEF-E para estudios y para la construcción, lo que permitiría agilizar los trabajos para garantizar el inicio de la construcción a partir de 2026 y su entrada en funcionamiento en 2030.
«Y luego, en 2024, si hay suerte, el dinero fluirá hacia aquellos que obtengan el estatus de PCI», aseguró, destacando que el H2MED es «un gran logro» en el que Bruselas ve con «gran satisfacción» que todos los TSOs y Estados miembros implicados en el proyecto «trabajen juntos donde hay una complementariedad en lo que respecta a la producción, la oferta y la demanda» de hidrógeno.
«Necesitamos hidrógeno, pero también necesitamos la infraestructura, y este es un punto clave. Adoptamos nuestra red transeuropea de energía hace casi dos años, antes de la invasión de Rusia y Ucrania, y la gran prioridad aquí son la electricidad y el hidrógeno», añadió Wörsdörfe.
Mientras, el director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico de España, Manuel García, afirmó que el hidrógeno es «una de las piezas clave del rompecabezas de la transición energética» para responder al trilema del sistema energético de la sostenibilidad, la seguridad de suministro y la competitividad.
Así, puso en valor un proyecto como el H2Med, que permitirá transportar 2 millones de toneladas de hidrógeno al año procedente de la Península Ibérica, lo que representa el 400% de la actual demanda española de hidrógeno y el 10% del hidrógeno total consumido por la UE en ese horizonte, convirtiendo a España y Portugal por primera vez en su historia en exportadores netos de energía, «de energía verde».
Por su parte, el embajador de España en Alemania, Ricardo Martínez, que inauguró el acto, destacó la importancia de contar con la implicación de de las principales empresas españolas en proyectos como éste, que unan así sus fuerzas a lo público, con el impulso recibido de la Comisión Europea y de los Estados miembros.
AMBICIÓN DE ESPAÑA EN HIDRÓGENO VERDE.
Asimismo, subrayó los ambiciosos objetivos de España y la Península Ibérica en su apuesta por el hidrógeno verde, con unas metas de producir en 2030 entre 2 y 3 millones de toneladas y alcanzar en el horizonte de 2050 al menos 33 millones de toneladas al año, de las cuales 27 millones serían para exportar a los vecinos europeos.
De hecho, la ‘hoja de ruta’ española para el hidrógeno verde prevé un objetivo de 4 gigavatios (GW) de electrolizadores a 2030, aunque ya el borrador de la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno ha triplicado casi esa meta al final de esta década.
Para ello, Martínez consideró que «una condición fundamental» para el éxito del hidrógeno es la existencia de una infraestructura de transporte «sólida y fiable» en todo el continente. «Esto lo venimos reclamando desde hace tiempo, la interconexión de la Península Ibérica con el resto de Europa», dijo.