El Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha colocado un bono sénior no garantizado de 1.000 millones de euros con vencimiento a cinco años, según han informado fuentes del organismo a Europa Press.
El libro de órdenes ha recibido una sobredemanda de 2.300 millones de euros, lo que «muestra la confianza» de la base inversora en el papel del ICO.
Esta sobresuscripción ha permitido que la operación se haya cerrado con un diferencial de 18 puntos básicos sobre la referencia del Tesoro al mismo plazo, estrechando de esta forma el precio de partida que se había fijado en una referencia de 20 puntos básicos.
Los bancos encargados de su colocación han sido BBVA, Citi, Crédit Agricole y Santander. La operación ha estado dirigida solo a inversores profesionales y contrapartes elegibles.