La Asociación Interprofesional de Carne Avícola (Avianza) ha expresado su preocupación sobre las consecuencias que podría tener la revisión de la normativa de bienestar animal propuesta por la Unión Europea y ha asegurado que supondría convertir al pollo en «un producto de lujo» para la mayoría de los españoles.
De hecho, la asociación comparte la estimación de COAG de que el precio de esta carne se triplicaría, pudiendo llegar hasta los 15 o 20 euros el kilo de pechuga.
El secretario general de Avianza, Jordi Montfort, ha explicado que esta situación provocaría que el 30% de la población que está en riesgo de pobreza, según la OCDE, redujera ese mínimo de dos veces por semana de media en las que tiene acceso a una proteína de alta digestibilidad, como es la proteína de origen animal, como es el caso de carne de las aves.
REDUCCIÓN DE LA SUPERFICIE ÚTIL EN UN 30%
Montfort ha explicado que el mayor impacto de la aplicación de las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea sería una reducción de casi un 30% de la superficie útil actual de las granjas.
De esta forma, de las casi 5.000 granjas disponibles, solo quedarían 3.592 útiles, por lo que, para poder compensar y abastecer el mercado del pollo, se tendrían que construir alrededor de un 73% más de naves.
Avianza calcula que esto supondría una inversión de 1.800 millones de euros y que se fijase menos población en el medio rural, ya que «no habrá granjeros, pues no podrán producir al no ser rentable para ellos».
A su vez, Montfort ha comentado que con esta revisión de la normativa se «echan por tierra» todos los avances en los cambios de genética que han permitido al sector ser «mucho más productivo y garantizar la seguridad alimentaria».
Desde Avianza, han explicado que esto conllevaría tener más tiempo a los animales en las granjas, por lo que se va a perder un ciclo al año y se van a incrementar los costes por pienso, agua, electricidad o gas, además de producirse un aumento de emisiones, «con lo cual no es nada sostenible ni responsable con el medio ambiente».
NO SE HA CONSULTADO A LOS SECTORES INVOLUCRADOS
Desde la organización han declarado que actualmente la Comisión Europea está evaluando sacar esta normativa de bienestar animal con un análisis de impacto «en el cual no se ha consultado a los sectores involucrados».
Avianza ha defendido que, en materia de bienestar animal, «los productores son los primeros interesados en que sus animales estén bien todo el tiempo», pues si no, «el animal no produce, es decir, no es una producción sostenible».
Además, consideran que los puntos descritos en esta normativa carecen «de un rigor técnico de campo muy grande», pues «no se ven plasmadas todas las garantías que existen en materia de bienestar animal hoy en día».
De hecho, han asegurado que «en España se cumplen por encima de la normativa vigente muchos temas de bienestar animal analizados y, además, se certifican».