WeWork, multinacional de alquiler de oficinas y espacios de ‘coworking’, registró pérdidas de 349 millones de dólares (318 millones de euros) en el segundo trimestre del año, lo que representa una disminución del 39,5% respecto de los ‘números rojos’ contabilizados por la compañía en el mismo periodo de 2022, según ha anunciado la compañía, que ha advertido de que «existe una duda sustancial» sobre su capacidad para continuar como un negocio en marcha.
«Como resultado de las pérdidas de la empresa y las necesidades de efectivo proyectadas, combinadas con una mayor rotación de miembros y niveles de liquidez, existe una duda sustancial sobre la capacidad de la compañía para continuar como un negocio en marcha», admitió la multinacional al presentar sus cuentas del segundo trimestre.
En este sentido, WeWork defendió que su capacidad para continuar como negocio en marcha depende de la ejecución exitosa del plan para mejorar la liquidez y la rentabilidad de la empresa en los próximos 12 meses, incluyendo una reducción de los costes de alquiler y arrendamiento a través de medidas de reestructuración y la negociación de condiciones más favorables.
Asimismo, la multinacional ha señalado la necesidad de aumentar sus ingresos al reducir la rotación de miembros y aumentar las ventas, así como controlar los gastos y limitar la inversión, mientras busca levantar capital adicional a través de la emisión de títulos de deuda o de capital o mediante la venta de activos.
La cifra de negocio de WeWork en el segundo trimestre de 2023 alcanzó los 844 millones de dólares (769 millones de euros), un 3,5% más que un año antes, mientras que los gastos subieron un 5,6%, hasta los 1.195 millones de dólares (1.089 millones de euros).
De este modo, en los seis primeros meses del año, WeWork registró pérdidas de 613 millones de dólares (559 millones de euros), frente a los ‘números rojos’ de 1.012 millones de dólares (923 millones de euros) del primer semestre de 2022, mientras que los ingresos aumentaron un 7,1%, hasta 1.693 millones de dólares (1.543 millones de euros).
«En un entorno operativo difícil, hemos logrado un sólido crecimiento de los ingresos año tras año y mejoras drásticas en la rentabilidad», comentó David Tolley, consejero delegado interino de WeWork, para quien el exceso de oferta en inmuebles comerciales, el aumento de la competencia en el espacio flexible y la volatilidad macroeconómica impulsaron una mayor rotación de miembros y una demanda más débil de lo esperado.
Las acciones de WeWork, que comenzaron a cotizar en el Nasdaq en octubre de 2021 de la mano de BowX Acquisition, una empresa de compra de propósito especial (SPAC), sufrían un desplome del 15,78% en la sesión ‘after hours’ del martes, anticipando fuertes caídas para la jornada de este miércoles.
La multinacional, que llegó a estar valorada en casi 50.000 millones de dólares (45.588 millones de euros), se vio forzada en septiembre de 2019 a cancelar su salida a Bolsa, poco después de que Adam Neumann, cofundador de la compañía, decidiera dejar el cargo de consejero delegado.