Ryanair ha iniciado una campaña contra las agencias de viajes en línea (OTA) para advertir al consumidor de que estas aportan «datos inexactos» sobre los pasajeros que pueden derivar en graves problemas para los clientes.
«Lo que no queremos es que la gente coja nuestras tarifas, añada cargos extra y engañe a los consumidores» asegurando que les venden las tarifas más bajas, ha señalado el consejero delegado de Ryanair, Eddie Wilson, en una entrevista concedida a Europa Press en la que se ha mostrado sorprendido de que las organizaciones de consumidores «no estén investigando esto».
Kiwi.com y eDreams son dos de las agencias a las que hizo mención el directivo irlandés. «Si nos fijamos en su modelo de negocio, podemos ver que hay un par de fallos importantes», ha alegado Wilson, argumentando que «si Ryanair no tiene una relación comercial con ellos en la venta de vuelos, ¿cómo ganan dinero?». En este sentido, explica, «la única manera de ganar dinero es añadiendo tasas y no siendo transparentes con los consumidores».
El directivo ha explicado que ninguna de estas compañías carga el importe del vuelo de Ryanair con la tarjeta del cliente, sino que usan una tarjeta de crédito «virtual falsa» con la intención de que el usuario final no pueda conocer el precio real del vuelo y, por tanto, desconozca cuál es el porcentaje extra que está ganando el intermediario con esa transacción. En estos casos, de darse el caso de una devolución del importe este iría a parar a la cuenta de la compañía y no del pasajero.
Asimismo, no es solo el pago el que queda oculto para el pasajero. Según Wilson, estas agencias, a la hora de realizar la reserva, utilizan correos electrónicos y teléfonos que no corresponden a los del usuario, imposibilitando por tanto que la aerolínea pueda comunicarse con estos.
Esto constituye una gran merma sobre los derechos de información del usuario, que en muchas ocasiones podría perder información importante como cambios en su vuelo o cancelaciones. En este sentido, Wilson hizo alusión a los cambios de vuelo gratuitos que ofreció la pasada semana a quienes volaran hacia Rodas (Grecia) debido a los incendios, una oportunidad de la que no habrían tenido conocimiento de haber reservado a través de una OTA.
«Si el pasajero quisiera cambiar el vuelo, no puede porque la dirección de correo electrónico a la que le habríamos enviado la información está en un agujero negro en alguna parte», asegura, añadiendo que el pasajero «ni siquiera sabe que tiene esa dirección de correo electrónico».
La razón que encuentra Wilson para que las OTA oculten el correo real del pasajero sería la misma que la de la tarjeta de crédito alternativa, es decir, procurar que el pasajero no tenga conocimiento del valor real del billete y de cuáles son los sobrecargos que está abonando solo por reservar a través de este intermediario.
«En muchos casos, los clientes compran en un sitio web y creen que es Ryanair porque tiene el mismo color que Ryanair y parece Ryanair porque han pagado anuncios de Google para aparecer en la parte superior de la pantalla, entonces la gente tiene problemas», ha asegurado Wilson. «Es como si un banco te deja crear una cuenta pero no te da el código de acceso».
Por todo ello, Wilson defiende que el cliente siempre encontrará las tarifas más bajas a través de su propia web, directamente, para conseguir el mejor precio. Además, Wilson asegura que Ryanair no quiere tener un canal de venta exclusivo y recuerda que cualquiera puede acceder a su web para comparar precios pagando 100 euros al año que la aerolínea irlandesa dona a la caridad. «Pueden hacerlo, pero no quieren. Quieren cobrar de más», añade.
«Todo funciona hasta que algo sale mal y quien se queda atrapado es el consumidor», asevera Wilson, solicitando a las asociaciones de consumidores de España que tomen cartas en el asunto y trabajen por evitar que se den estas prácticas.
En un comunicado, la compañía ha señalado que que estas OTA proporcionan a las compañías de vuelos «datos inexactos de los pasajeros», lo que puede impedirles gestionar sus reservas y hacer las declaraciones de seguridad necesarias para viajar, así como evitar que reciban información importante sobre su viaje, incluidos posibles cambios en la hora de salida, retrasos y actualizaciones sobre cancelaciones.
Asimismo, destacan que Ryanair no tiene ninguna relación comercial con las OTAs y estas «no están autorizadas por Ryanair» para vender sus vuelos.