El sector manufacturero de la zona euro volvió a acelerar el ritmo de contracción durante el mes de julio, cuando el índice PMI se situó en 42,7 puntos, frente a los 43,4 del mes anterior, lo que supone la peor lectura del dato en 38 meses.
«Parece ser que el sector manufacturero de la zona euro está en camino de una recesión prolongada», señaló Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, añadiendo que las mayores caídas observadas en la producción, los nuevos pedidos y los volúmenes de compra al comienzo del tercer trimestre sugieren que la economía de la zona euro en su conjunto tendrá «un viaje lleno de baches en la segunda mitad del año».
En este sentido, la encuesta de julio constató que los volúmenes de producción, de nuevos pedidos y de empleo, así como la actividad de compra de la región del euro disminuyeron a un ritmo más rápido que en junio.
De hecho, los descensos observados en la producción y la demanda industrial fueron los más intensos desde la crisis financiera de 2008 al margen de los registrados durante los confinamientos por la pandemia.
En sentido opuesto a la debilidad de la economía de la zona euro en el mes de julio se observó una recuperación en los plazos de entrega, confirmando la rápida mejoría de las cadenas de suministro.
Dicha evolución también repercutió en los costes, ya que los precios medios de los insumos cayeron al ritmo más rápido desde mayo de 2009, mientras que los precios cobrados por los productos de la zona euro
disminuyeron en su mayor medida en casi 14 años.
«El Banco Central Europeo (BCE) estará satisfecho de ver que la deflación de los precios de venta se ha acelerado de nuevo, puesto que los precios cobrados han disminuido al ritmo más rápido en casi catorce años», destacó De la Rubia, apuntando que la preocupación sobre la inflación en el sector servicios seguirá siendo una prioridad en la agenda de la institución presidida por Christine Lagarde.