España es el país europeo que más ahorraría en CO2 al año, un 67,6% menos, es decir, 360.000 toneladas de CO2, sustituyendo los vuelos nacionales de menos de dos horas y media y con un máximo de 500 kilómetros por trenes de alta velocidad, según un estudio de Mabrian Technologies.
El informe ha analizado que en Europa hay 554 rutas con estas características, que transportarán a unos 44 millones de viajeros y que producirán alrededor de 2,3 millones de toneladas de CO2 al año.
Así, España estaría por delante de países como Alemania, en segundo lugar, que ahorraría 238.000 toneladas de CO2; Francia, con 193.000 toneladas, Italia, con 189.000 toneladas; y Suecia, con 159.000 toneladas al año.
En el conjunto de Europa, esta medida, ya implementada en Francia, ahorraría más de un millón de toneladas de CO2 en sólo un año, lo que equivale a un 48,5% menos de forma anual.
Todo este análisis se ha centrado únicamente en las rutas aéreas domésticas dentro de cada país, por lo que desde Mabrian indican que el potencial ahorro sería mucho mayor si se considerasen también todas aquellas rutas aéreas de 500 kilómetros o menos que unen diferentes países de Europa.
Para el cálculo comparativo de las emisiones, la compañía ha tenido en cuenta el tipo de energía eléctrica y sus fuentes, que alimentan el sistema ferroviario en cada uno de los países europeos, siguiendo la metodología publicada por informe EcoPassenger.
Sin embargo, el director de Marketing de Mabrian, Carlos Cendra, ha explicado que el contexto y las dificultades para este cambio sugieren una situación intermedia en la que «el tren gane protagonismo, pero el avión siga cubriendo parte de la demanda».