El Banco de la Reserva de Australia, organismo encargado de la política monetaria del país oceánico, ha decidido mantener este martes los tipos de interés en el 4,10%, en máximos desde abril de 2012, aunque ha advertido de que es posible que sea necesario subir más la tasa para devolver la inflación al objetivo en un plazo razonable.
En declaraciones tras la reunión del Consejo del banco central australiano, el gobernador de la entidad, Philip Lowe, ha explicado que la decisión de mantener los tipos de interés sin cambios este mes pretender dar más tiempo a la institución para evaluar el impacto del endurecimiento de la política monetaria acometido hasta la fecha y las perspectivas económicas.
Australia ha aumentado los tipos de interés en 400 puntos básicos desde mayo del año pasado en respuesta al fuerte incremento de la inflación, que en el primer trimestre alcanzó el 7%, mientras que el indicador mensual del IPC de mayo se situó en el 5,6%.
En este sentido, el banco central considera que la inflación sigue siendo demasiado alta y lo seguirá siendo durante algún tiempo, lo que perjudica el funcionamiento de la economía, erosiona el valor de los ahorros y empeora la desigualdad de ingresos, por lo que su prioridad es devolver la inflación a la meta en un plazo razonable.
«Es posible que se requiera un mayor endurecimiento de la política monetaria para garantizar que la inflación regrese al objetivo en un plazo razonable, pero eso dependerá de cómo evolucionen la economía y la inflación», ha advertido Lowe.