La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado que la propuesta de ley de restauración de la naturaleza, que se someterá a votación mañana en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, dejará en manos de grandes corporaciones y fondos de inversión el campo español y europeo.
En un comunicado, COAG ha criticado que, pese a que en España el 7% de las grandes corporaciones y fondos acaparan el 45% del valor de la producción final agraria, la nueva ley no pone «ningún freno» al
proceso de uberización del campo ni para proteger el modelo social y profesional de agricultura, aunque es una ley que presume de buscar una preservación de la vida silvestre y los ecosistemas.
Asimismo, la organización de agricultores ha tachado la ley de tener un contenido «vago» e «impreciso» y de ser «injusta e hipócrita», ya que no se concreta cómo serán los apoyos al sector agrario para garantizar unos ingresos justos a medianas y pequeñas explotaciones, mientras que la falta de instrumentos de la PAC y los acuerdos de libre comercio de la Unión Europa con terceros países, no dan el contexto necesario para una «transición verde real».
«Pedir elementos paisajísticos de alta diversidad en las tierras agrícolas es un mero brindis al sol que se queda en una política de escaparate si no va acompañado de un giro de 180 grados en las políticas comerciales y de regulación de mercados de la UE para evitar una competencia desleal de las importaciones y garantizar una estabilidad de precios e ingresos», han subrayado.
Por otro lado, han reprendido que la ley no haya contado con los hombres y mujeres del campo, que son los afectados por la misma, y critican que la propuesta de ley aumenta la carga administrativa sobre las producciones, ya que esto ejerce una presión desmesurada sobre los pequeños y medianos agricultores sin afectar a las grandes corporaciones.
Desde COAG han pedido también a la Unión Europea evitar un enfoque basado en «porcentajes de superficie terrestre y marina» a conservar, fijado en un 30% para 2030, ya que consideran que es una «solución falsa» que adolece de una comprensión holística y podría propiciar con suma facilidad la financiarización de los organismos vivos.