El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado este jueves una nueva normativa sobre transparencia salarial que exigirá a las empresas de la Unión Europea a realizar una evaluación junto a trabajadores y sus representantes si los análisis salariales muestran una brecha género de al menos el 5%, como medida para reducir el desfase del 13% que separa el sueldo que un hombre y una mujer reciben por el mismo trabajo.
Las normas, adoptadas por 427 votos a favor, 79 en contra y 76 abstenciones y que aún deben ser aprobadas formalmente por el Consejo, estipulan que los trabajadores y sus representantes tendrán derecho a recibir información clara y completa sobre los niveles salariales individuales y medios, desglosados por género.
«Atrás quedaron los días en que se pagaba menos a las personas por el mero hecho de ser quienes son», ha afirmado la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, a través de un mensaje en redes sociales en el que destaca el «salto cualitativo hacia la igualdad» que se ha dado este jueves al vincular el principio de igual salario por igual trabajo, lo que supone «un paso inclusivo en beneficio de todos».
La nueva legislación requerirá que las empresas de la UE divulguen información que facilite a los empleados comparar salarios y expongan de forma transparente las diferencias salariales de género existentes, lo que supone poner fin al secreto salarial.
Los Estados miembro deberán establecer sanciones y multas para los empresarios que infrinjan las normas, mientras que el trabajador que haya sufrido un perjuicio como consecuencia de una infracción tendrá derecho a reclamar una indemnización.
En los casos en que un trabajador considere que no se ha aplicado el principio de igualdad de remuneración y lleve el caso ante los tribunales, la legislación nacional debería obligar al empleador a demostrar que no ha habido discriminación.
Por primera vez, la discriminación interseccional y los derechos de las personas no binarias se han incluido en el ámbito de aplicación de estas nuevas normas.