La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha publicado este martes un estudio sobre los efectos de la implantación del impuesto sobre transacciones financieras (ITF), conocido como ‘tasa Tobin’, en el que concluye que la aplicación del tributo provocó una caída de la negociación de las acciones españolas gravadas.
El organismo presidido por Rodrigo Buenaventura indica que el diseño del gravamen podría haber reducido los incentivos de algunos inversores a largo plazo a participar en el mercado, ya que la base imponible se calcula a partir de las adquisiciones netas de acciones realizadas en el día.
El estudio, firmado por dos técnicos del Departamento de Estudios y Estadísticas de la CNMV, Ramiro Losada López y Albert Martínez Pastor, evalúa el efecto de la introducción del ITF sobre acciones españolas en mercados secundarios, centrándose en sus posibles costes o impactos.
Para ello, se analizan varias dimensiones de la liquidez (medida a través de la horquilla bid-ask y de la ratio de Amihud), la volatilidad (tanto intradía como histórica) y el volumen de negociación de los mercados secundarios en los que se negocian acciones españolas.
La ‘tasa Tobin’, que entró en vigor en enero de 2021, grava la compra de acciones de empresas españolas que tengan una capitalización superior a los 1.000 millones de euros y el tipo de gravamen se establece en el 0,2%.
Los resultados del análisis de la CNMV destacan también que al reducirse el nivel de negociación de las acciones gravadas, se originó, a su vez, un «ligero» deterioro de la liquidez, medida a través de la ratio Amihud, pero no así en caso de la liquidez medida por las horquillas bid-ask.
MENOS EFECTOS PARA LAS EMPRESAS CON MÁS CAPITALIZACIÓN
Sin embargo, la CNMV concluye que la liquidez, medida a través de las horquillas bid-ask, la ratio de Amihud y el volumen de negociación, no se vio afectada «de forma general» para las empresas sujetas al impuesto más cercanas al umbral de capitalización de 1.000 millones de euros.
No obstante, en algunos casos, sí se observó un «deterioro», con una caída de la liquidez en el corto plazo y un descenso del volumen de negociación en el medio plazo.
Por su parte, la volatilidad, si bien aumentó en el corto plazo, tendió a disminuir en el largo plazo. Esto sucedió tanto para las medidas de volatilidad intradía como para las de volatilidad histórica, precisa la CNMV.
Además, los resultados del estudio indican que la introducción del impuesto podría haber desplazado parte de la negociación OTC a mercados secundarios MiFID.
Por todo ello, la CNMV asegura que los efectos negativos del impuesto sobre la contratación de acciones españolas han sido «limitados» en términos absolutos y con un alcance temporal «relativamente corto».
Así, detecta dos efectos contrapuestos: por un lado, la negociación de las acciones españolas gravadas disminuyó tras la introducción del impuesto pero, al mismo tiempo, por otro lado, los mercados organizados recuperaron una pequeña parte de la negociación de esas acciones que se realizaba OTC.
El periodo que recogen los datos comienza el 10 de febrero de 2019 y termina el 23 de diciembre de 2021 y se han excluido los valores que tienen una capitalización por debajo de 1.000 millones de euros.