El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado este domingo que Barcelona y Catalunya ya tienen un legado de tantos años de estancia del MWC, y ha destacado como ejemplo que hay radicadas 100 hubs de empresas internacionales.
Lo ha dicho en la cena oficial del congreso, ante el Rey; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; las alcaldesas de Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat, Ada Colau y Núria Marín; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; el ceo de GSMA, John Hoffman; el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; el presidente del consejo de GSMA José María Álvarez-Pallete; el director general de GSMA, Mats Granryd, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay, entre otros.
Ha dicho que es un legado formado «durante tantos años de partenariado entre Barcelona, Catalunya y el MWC», por lo que ha definido a Barcelona y Catalunya como capital digital de Europa, con esos 100 hubs.
EL GOVERN QUIERE «ALIMENTAR ESTE LEGADO»
Por eso, ha agradecido la apuesta del MWC por Barcelona, y ha dicho que la Generalitat está comprometida en «alimentar este legado» con políticas económicas y educativas y con apoyo a la formación profesional, a las universidades y a los centros de investigación.
Además, ha justificado esa voluntad de alimentar el legado del MWC «con el propósito de promover un mundo mejor, más justo, humanista y basado en la ética».
Se ha mostrado orgulloso por lo que ya tiene Catalunya, pero todavía más por lo que tendrá en el futuro, aunque ha insistido en valores ya presentes, como el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), por lo cual lo considera un buen territorio para invertir.
En su discurso también se ha referido a la guerra: ha rechazado una vez más la invasión rusa de Ucrania, país al que ha enviado los «mejores deseos», y ha manifestado la voluntad de Catalunya de contribuir a la búsqueda de soluciones diplomáticas.
EL MNAC, REFLEJO DE CATALUNYA
Pere Aragonès ha destacado que la cena de este domingo tiene lugar en el MNAC, que es un museo de arte y explica por qué a los catalanes «les gusta tanto la innovación, la creatividad y la libertad».
También ha dicho que el edificio del MNAC se construyó para la Exposición Universal de 1929, que tenía «el mismo espíritu» que hoy tiene el MWC: buscar la conexión.