El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno, José Luis Escrivá, ha apostado por «asegurar un sistema de pensiones que no solamente sea suficiente y más equitativo sino también más sostenible».
Lo ha dicho este jueves en un debate con el decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya, Carles Puig de Travy, celebrado en la sede de la entidad en Barcelona.
Ha insistido en que el sistema de pensiones español se tiene que rediseñar para conseguir una «sostenibilidad y suficiencia mayor», y ha explicado que esto pasa por mejorar aspectos como las lagunas de los años en los que no se trabaja y se cotiza el mínimo, y los peores años trabajados.
Ha señalado que España no tiene «un sistema muy bien diseñado de incentivos a la jubilación», y ha tachado la reforma de pensiones del 2013 de deficiente y poco realista, y cree que la del 2011 estaba –en sus palabras– métricamente bien diseñada, pero que se hizo en un Gobierno que no la defendió y que el que vino después tampoco lo hizo.
Ha abogado por «destopar la pensión máxima y aumentar cotizaciones», y ha asegurado que el resultado del acuerdo de pensiones en el que trabaja actualmente el Gobierno dará al sistema sostenibilidad a largo plazo.
PROYECCIONES ECONÓMICAS PARA 2023
Escrivá ha celebrado que España «es el único país de la UE» que ha mantenido e incrementado cuotas de exportación ante el aumento de costes por la Guerra en Ucrania.
Ha asegurado que la economía española «va a seguir yendo bien en 2023 en términos relativos», y ha recalcado que en el arranque del año el mercado de trabajo se ha comportado positivamente, algo que, a su parecer, es un indicador de buenas expectativas.
«Tenemos palancas muy fuertes», ha defendido, y ha afirmado que el empleo en el segundo mes del año va a seguir creciendo, algo que asegura que se ha constatado durante la primera quincena de febrero y que se trasladará en las cifras de final de mes.
Por otra parte, ha considerado que en España hay «una brecha extraordinaria» entre los recursos analíticos para el seguimiento de las políticas monetarias y financieras en comparación con los que se utilizan en el ámbito fiscal y en las políticas públicas en general.
Ante esto, ha defendido que «es muy importante que exista una rendición de cuentas» en todos los ámbitos, y que todas las entidades sean evaluadas por instancias independientes, objetivas y rigurosas.