La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en enero en el 8,6%, lo que implica una bajada de seis décimas frente al 9,2% de diciembre, según la segunda lectura publicada por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, que ha corregido una décima al alza su estimación preliminar.
A pesar de que la desaceleración de la subida de los precios en enero fue menor de lo estimado inicialmente, la tasa de inflación interanual de la zona euro acumula ya tres meses consecutivos de moderación y se sitúa en su nivel más bajo desde junio de 2022, el mes antes de que el Banco Central Europeo (BCE), comenzara a subir los tipos de interés.
En el caso del conjunto de los países de la Unión Europea (UE), la tasa de inflación interaual se situó en enero en el 10%, cuatro décimas por debajo de la subida registrada en diciembre de 2022, acumulando también tres meses seguidos de desaceleración.
Entre los Veintisiete, las tasas de inflación interanual más bajas se registraron en Luxemburgo (5,8%), España (5,9%), Chipre y Malta (ambos con un 6,8%), mientras que las subidas más intensas de los precios en enero correspondieron a Hungría (26,2%), Letonia (21,4%) y Chequia (19,1%).
De este modo, el diferencial de precios favorable a España respecto de la media de la zona euro se redujo en enero a 2,7 puntos porcentuales, frente a los 3,7 de diciembre de 2022.
RÉCORD DE INFLACIÓN SUBYACENTE.
En la zona euro, en el mes de enero, el alza de los precios de la energía se moderó al 18,9% desde el 25,5% de diciembre de 2022, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos fue del 11,3%, frente al 12% del mes pasado.
Asimismo, los servicios subieron un 4,4% interanual, en línea con el dato de diciembre de 2022, y los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 6,7%, tres décimas más que en el mes anterior.
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en enero en el 7,3%, una décima por encima del alza de diciembre de 2022.
Asimismo, al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente de la zona euro subió una décima en enero, hasta el 5,3%, su nivel más alto de la serie histórica.
El elevado nivel de la inflación subyacente refuerza la postura del Banco Central Europeo (BCE) de acometer una nueva subida de 50 puntos básicos en su reunión de marzo, cuando publicará sus nuevas proyecciones macroeconómicas para la zona euro.
En este sentido, la semana pasada, la representante alemana en el directorio del BCE, Isabel Schnabel, advertía de que la región aún está lejos de poder cantar victoria en su lucha contra la inflación.
«Todavía estamos lejos de cantar victoria sobre la inflación. Ni siquiera se ha iniciado un amplio proceso de desinflación en la zona del euro», afirmaba en referencia al elevado nivel de la inflación subyacente y apuntando a que la evolución de los precios descontando el efecto de la energía y los alimentos «juega un papel importante» en el pensamiento del BCE.